lunes 17 de febrero de 2025
LA PRODUCCIÓN SE TUVO QUE VENDER A CASI LA MITAD DE SU precio A NIVEL LOCAL

Las restricciones de Tucumán generan pérdidas millonarias

Unos 6 millones de kilos de mandarinas y naranjas son los que no se pueden exportar por la medida.

Por Redacción El Ancasti

Las restricciones implementadas por la provincia de Tucumán para el ingreso de cítricos ya generan grandes pérdidas económicas para los productores del Este de Catamarca.


Unos 6 mil millones de kilos de cítricos que se producen en la zona son los que anualmente se destinan solo a la exportación, que hasta semanas atrás se venía realizando con Tucumán como intermediario.

Piden el libre tránsito de la producción citrícola local en Tucumán


Por la restricción impuesta se estima que los productores locales pierden a razón de $3,50 por kilo de las miles de toneladas de fruta que aún no lograron ser comercializadas.


En la zona hay un total de 600 hectáreas de plantaciones destinadas a la producción de naranjas y mandarinas, que se venden a Tucumán, Santiago del Estero y a nivel local. Hoy con la medida implementada por el gobierno tucumano la enorme producción local que venía en pleno auge debe resignarse con vender a Santiago y a nivel local a un bajo costo, y no exportar ni una sola fruta.


Hasta el año pasado el cajón de cítricos por 20 kilos tenía un valor de $150; pero con el sobrestock generado a partir de la restricción su precio bajó a $80, lo que ya genera pérdidas millonarias para los productores locales.


Marcelo Ibáñez, presidente de la Asociación Cooperadora de Agronomía de Alijilán, señaló que hasta el año pasado esa localidad estuvo enviando un total de siete camiones por día a Tucumán, cada uno de ellos cargados con unos 1.400 cajones de 20 kilos, lo que da cuenta de la enorme producción con la que cuenta el Este provincial.


Pero además de la enorme producción, Ibáñez destacó que Catamarca fue elegida para formar parte de la exportación que realiza el país por la excelencia de la calidad de la fruta, que la hacen única en la región, favorecida por el clima.


Ibáñez señaló que hay una enorme preocupación entre los productores ya que la fruta ya cosechada está perdiendo su calidad para la exportación, la que debería haberse realizado hace un mes. Pero la situación no solo afecta a los propietarios de las fincas, sino que repercute directamente en la población de Alijilán y Manantiales, que vive casi exclusivamente del trabajo con la citricultura.


De un total de 40 productores de la zona, los emprendimientos más pequeños emplean un promedio de 7 trabajadores jornales.


Un trabajador atiende en promedio entre una y dos hectáreas, "para que la producción sea de calidad", según explicó Ibáñez, esto genera que solo en el sector se genere un promedio de 300 puestos de trabajo. “Es un perjuicio tremendo a los productores y a la zona. Si nosotros andamos bien, el pueblo anda bien. Nosotros damos trabajo a la gente, cada pequeño productor emplea por lo menos a siete casi en forma permanente”, relató el presidente de la cooperadora.


En lo que va de la temporada no pasó ni un solo cítrico a Tucumán, por lo que el grueso de la producción se tuvo que comercializar en la provincia y en Santiago del Estero a un costo menor. Pero si la situación se mantiene las pérdidas alcanzarán también a la denominada producción tardía, que incluye las mandarinas tipo murcott y naranja valenciana.


Para el productor, si no hay solución el precio continuará bajando y terminarán vendiendo el cajón a un costo tres veces por debajo de lo que se vendió en 2017.

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