En la décimo primera jornada se presentaron dos testigos. La víctima tuvo confianza para contarle sobre el cura Renato Rasgido y los abusos que habría sufrido.
Renato Rasgido, en el banquillo. El sacerdote fue acusado por abuso sexual eclesiástico; la víctima era un adolescente.
Un testimonio clave se escuchó hoy, en la Cámara de Sentencia en lo Criminal de Segunda Nominación, con relación al debate por abuso sexual eclesiástico que se lleva a cabo. El sacerdote Renato Rasgido debe responder por cuatro hechos “abuso sexual con acceso carnal agravado en concurso ideal con corrupción de menores”, ambos “agravados por su condición de ministro de un culto religioso”. La denuncia se radicó en marzo de 2014 y la víctima era un adolescente.
El Tribunal está integrado por los jueces Miguel Lozano Gilyam, Silvio Martoccia y Mauricio Navarro Foressi. El Ministerio Público fiscal es representado por el fiscal Augusto Barros, quien está acompañado por la abogada de la querella, Silvia Barrientos. La defensa es ejercida por el abogado del foro local Luciano Rojas.
Para la décimo primera audiencia se habían citado a cinco testigos. Sin embargo, se presentaron dos; una testigo falleció y otros dos adujeron problemas de salud. Por tratarse de un delito de instancia privada, el debate se desarrolla a puertas cerradas. De acuerdo con información a la que pudo acceder El Ancasti, dos testigos dieron su testimonio.
Una de las testigos fue docente del joven denunciante –adolescente por entonces-. La testigo contó que había advertido un cambio en la conducta del chico. También recordó que en dos ocasiones vio al cura Rasgido en la escuela y que el adolescente le había dicho que el sacerdote solía darle dinero. El chico le tenía confianza a la docente y con ella pudo romper el silencio. La docente escuchó sobre los abusos. Además, fue a la primera persona que llamó cuando se autoinfringió dolor en una ocasión.
El otro testimonio fue el de una joven, compañera de escuela del chico. La joven recordó que también había advertido cambios en su conducta. Ya no quería ir a misa, aseguro.
Tras escucharse el testimonio de la docente, el Ministerio Público Fiscal solicitó incorporar como testimonio nuevo a una persona que habría prestado servicios en la parroquia y a una docente. La defensa se opuso. El Tribunal resolverá mañana. Para esta décimo segunda audiencia se citaron a cinco testigos más.
