En el inicio de la última audiencia de alegatos del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, la madre del joven estudiante de abogacía, Graciela, dio sus "últimas palabras" ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores.
"Nunca pensé que estaría en este lugar. Siempre pensé que algún día mi hijo se recibiría y que estaría viendo cómo el defendía a la gente, pero nunca pensé estar presenciando el asesinato de mi hijo", comenzó Graciela, tras un breve receso de cinco minutos que la presidenta del Tribunal, María Claudia Castro, le concedió a la querella.
"Me costó muchísimo estar en este lugar. Cargamos las valijas para venir a Dolores, porque nunca me atreví a mirar los vídeos, y acá los vi reiteradas veces. Y miles de veces", siguió.
La madre de Fernando describió la "angustia impresionante" que sintió cuando vio en las imágenes cómo su hijo "levantaba su mano implorando piedad mientras le seguían dando patada tras patada". "Tenía esa sensación de tirarme sobre él y poder ayudarlo para que esas patadas fueran para mí. Daría la vida por mi hijo, un chico bueno, decente, que nunca creyó en la maldad Siempre me decía 'no creo en la maldad'", expresó, antes de reiterar su pedido de justicia.
"Sólo pido justicia por mi hijo, quiero que paguen por lo que le hicieron, no le tuvieron piedad. Sólo deseo justicia".
Luego, comenzó con su alegato el abogado de los ocho imputados -Máximo Thomsen (23), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23), y Luciano (21), Ciro (22) y Lucas Pertossi (23)-, Hugo Tomei. Se mostró "conmovido" y manifestó sentirse en un plano de "desigualdad" tras las palabras de Graciela.
