La escribana pública Joaquina Córdoba Gandini denunció en la Justicia provincial al empresario Cristian Guillou y a Ramón "Chafa" Oliva por supuesto "falso testimonio agravado por ser prestado en una causa penal", en el marco de la causa que investiga la denuncia realizada previamente por Guillou en su contra por presuntas maniobras tendientes a lograr insolvencia fraudulenta de Bacchiani que involucrarían al predio donde funciona Wika Club, ubicado en inmediaciones del Dique El Jumeal.
Con el patrocinio de los abogados Roberto Mazzucco y Antonio Acuña, la denuncia fue presentada en la Fiscalía de Instrucción N°3 a cargo de Federico Maturano. Acusó a Oliva de "autor" y a Guillou de "instigador o autor intelectual" de falso testimonio, por las declaraciones realizadas en esa causa. Por su parte, Guillou cruzó duramente a la notaria y la tildó de "delincuente. Junto con Bacchiani forma parte de la asociación ilícita más grande que ha funcionado en la provincia", remarcó.
Aseguró que, "además de pocera, como escribana pública y aprovechando su carácter, posibilitó que se consumaran innumerables estafas y como si fuera poco, facilitó la insolvencia fraudulenta de Bacchiani".
Consideró que Córdoba Gandini "destruyó la confianza de toda la sociedad en los escribanos ya que siempre actuó en forma parcial y en colaboración con los delincuentes, con los que se encontraba asociada".
Finalmente hizo hincapié en la causa penal contra la escribana que se tramita en la Justicia Federal: "El juez Contreras la imputó por insolvencia fraudulenta, proceso por el cual lejos de defenderse y brindar explicaciones, se ha abstenido de declarar".
Disputa
Según se informó, Guillou le vendió a Bacchiani el predio de Wika. A su vez, Bacchiani se lo vendió a Segli.
Guillou le endilga a Bacchiani el incumplimiento de los pagos acordados mientras que Segli, presidente de la Federación Económica de Catamarca, lo acusa de no cumplir con la entrega del inmueble.
Segli reclama la propiedad de Wika en base a un boleto de compraventa celebrado con Bacchiani el 17 de febrero, que fue asentado en los libros de la escribana Córdoba Gandini, que luego fue imputada por supuesta "insolvencia fraudulenta" en beneficio del trader god.