jueves 28 de marzo de 2024
Dolor

Hermetismo en torno de la investigación

Por Redacción El Ancasti

Después de agonizar poco más de una semana, Sofía Micaela Catán murió el domingo en la madrugada en una cama de Terapia Intensiva del Hospital Regional. Las lesiones internas que provocaron las quemaduras que sufrió en más del 50% de su cuerpo, fueron demasiado para su corazón que no lo soportó y se detuvo. La joven trans de 24 años ingresó cerca de la medianoche del sábado 3 al centro de salud capitalino. Desde ese momento estuvo recibiendo cuidados por su delicado estado de salud.

Lo que sucedió esa fatídica noche en la vivienda de Sofía Micaela en el Quinto Pasaje del barrio Santa Rosa de Lima, aún es un misterio y motivo de investigación. La víctima mantenía una relación con un hombre de apellido Orellana hace una década y ambos convivían en el inmueble.

La fatídica jornada habrían estado ingiriendo bebidas alcohólicas y posiblemente otras sustancias. Lo cierto es que en un momento se habría producido una discusión, se escucharon gritos; Orellana habría solicitado ayuda a una vecina, manifestando que Sofía Micaela se había quemado.

Numerosas versiones y pocas certezas rodean al caso. Es incierto si se quemó con alcohol y fuego, o si las quemaduras fueron provocadas con agua hirviendo. Mucho menos se habría podido determinar si las quemaduras se las provocó su novio, o si la joven se autolesionó, o si se trató de un accidente.

La familia de Sofía Micaela Catán sospecha que fue su pareja, que habría pedido ayuda a la vecina y luego habría desaparecido de la escena llevándose documentación y supuestamente dinero. El hombre habría negado tal acusación y se habría mantenido firme en que fue la joven trans quien se provocó las heridas que a la postre le causaron la muerte.

En medio de las diversas medidas y pericias requeridas por la Fiscalía, la familia y organizaciones de defensa de los derechos de la comunidad LGTB reclaman justicia.

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