domingo 20 de abril de 2025
EN LO QUE VA DEL AÑO

La Unidad Judicial de Violencia registra más de 2.500 denuncias

Este precinto especializado comenzó a funcionar hace siete años. La demanda se mantiene con alto caudal.

Por Redacción El Ancasti

Insultos, golpes o tratos humillantes son maneras de violentar a personas, sean hijos, parejas, exparejas, madres, padres, abuelos o tíos. La violencia atraviesa a la sociedad y hace mella en la familia, la base de la sociedad. Desde 2013, funciona la Unidad Judicial Especializada en Violencia Familiar y de Género y Guadalupe Isí y Valeria Reyes son las delegadas judiciales.
Día a día se registran denuncias que ponen de manifiesto que esta problemática va en aumento. “Hay violencia de padres a hijos, de hijos hacia padres, hacia adultos mayores, entre hermanos, muchos hechos de abuso sexual que se dan en el ámbito familiar. No se trata solamente de una cuestión de parejas o exparejas”, aclaró Reyes.

En este contexto, se remarcó que la problemática intrafamiliar es bastante compleja, no está solamente relacionada con cuestiones de pareja. “Desde agosto del año pasado trabajamos todos los días, las 24 horas, los 365 días del año. Al margen del receso judicial extraordinario, se trabaja con personal reducido, para cubrir los requerimientos mínimos. De manera mensual se elaboran estadísticas de las denuncias que ingresan, tanto en esta Unidad Judicial o en las otras unidades judiciales. La Ley de Violencia es amplia en cuanto al contexto de familia. Tiene que ver con todas las relaciones derivadas del ámbito familiar, más aún con la convivencia de por medio. A veces, los hechos de violencia entre primos y hermanos tienen que ver con inmuebles o juicios sucesorios; se pelean por una casa o un terreno y de ahí derivan los conflictos familiares”, comentaron.

Entre las situaciones de violencia, a veces madres y padres piden la exclusión del hogar de sus hijos. Tales pedidos están relacionados con el consumo de sustancias, cuando la situación es incontrolable por la dependencia a las sustancias. “A veces, los hijos ya son mayores de edad. Sin embargo, la abstinencia genera esta situación de violencia contra cualquier miembro de la familia. Es difícil de resolver. Es una persona enferma”, advirtieron.

Dada la complejidad de la temática, desde esta Unidad Judicial Especializada se trabaja con otros organismos, como la Dirección de Adultos Mayores o con el área de Salud Mental o con el Sistema de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes y con el Hogar Warmi. “A veces los planteos son de tipo social”, comentaron.

“Diariamente vemos el incremento de las denuncias. Antes teníamos cinco denuncias y ahora entre siete y ocho denuncias. Año tras años van aumentando, nunca se reducen. Este año podemos estar superando las 2.500 denuncias. Recibimos también las denuncias de las otras unidades judiciales”, indicaron.

Sostenida

“La violencia alcanza a todos los sexos”, destacaron aunque los hombres poco de animen a denunciar.  La violencia no discrimina y puede tener muchos matices y varias víctimas, aunque las mujeres suelen ser las más afectadas. Además, indicaron que se incrementaron las denuncias por abusos sexuales y por hechos de violencia no recientes, “que ahora se están animando a denunciar. Personas adultas que en su niñez sufrieron hechos de violencia y que ahora pueden desbloquear esa situación y denunciarla”, precisaron.

A veces, se acercan niños, niñas y adolescentes a este precinto a denunciar cuestiones de violencia intrafamiliar. Los chicos ya se pueden expresar y realizan la denuncia, aclararon. “Algunos padres, sin mucha educación, a veces pretenden correr de la casa a sus hijos adolescentes de 15 o 16 años, quienes acuden a la Unidad Judicial a pedir ayuda. Se da intervención a los organismos pertinentes. El cúmulo de denuncias es alto. Trabajamos de lunes a lunes y en esta situación de pandemia, con menos recursos, tenemos la misma demanda. Los números se mantienen pero los hechos sobresalen más. La violencia se mantiene en números”, contaron.

DENUNCIAS

  • Las personas que quieran denunciar hechos de violencia pueden dirigirse a la Unidad Judicial Especial de Violencia Familiar y de Género, ubicada en avenida Maximio Victoria 118.
  • Desde agosto del año pasado, esta Unidad Judicial Especializada trabaja las 24 horas, los 365 días del año.
  • También pueden presentarse en las unidades judiciales de Capital, Valle Viejo y Fray Mamerto Esquiú o en la sede de la Fiscalía Penal, en Junín al 600. En el interior, pueden dirigirse en las comisarías.
  • La Línea 144 es otra vía para denunciar hechos de violencia.

Violencia silenciada

“Culturalmente, los hombres sienten vergüenza para denunciar pero la violencia alcanza a todos los niveles sociales y grupos”, remarcaron las delegadas de esta Unidad Judicial. En ocasiones, los varones pueden ser víctimas de violencia en la pareja o en la familia pero estas circunstancias casi nunca llegan en denuncia. Solo se llegan a denunciar por “impedimento de contacto”, cuando a los padres no se les permite ver a sus hijos. Tampoco llegan a denunciar cuando son acosados en los lugares donde desarrollan otros aspectos de su vida, como el trabajo, el lugar donde estudian o donde participan en actividades deportivas o recreativas. Si bien reconocen que la situación los incomoda y lo hablan con allegados o con personas de su confianza, no se animan a denunciar. Días pasados se registró un hecho de violencia en la pareja. El denunciante era un hombre, que tras una discusión con su expareja, resultó golpeado en un pie. Su pareja era un hombre.

Sin embargo, hay otro grupo social en el que también la violencia en la pareja y en la familia está silenciada. Yoko Ortiz, coordinadora del Consejo de Diversidad Afectivo, Sexual y de Género de la Capital y del ATTTA, consultada por El Ancasti, contó que existen casos de mujeres trans que son víctimas de violencia por parte de sus parejas, hombres cisheterosexuales. “Parejas tóxicas”, remarcó.

La referente señaló que la violencia está naturalizada, con la violencia intrafamiliar de base. Señaló que en la familia se comienza a naturalizar la violencia y muchas veces la familia apoya al agresor. “La familia es la base de la sociedad y sin el apoyo de la familia qué se puede esperar”, indicó.

Sobre las situaciones de violencia, señaló que algunas personas sienten que la violencia es parte de su vida y, en otras ocasiones, canalizan su frustración a través de la violencia. En ocasiones, la violencia comienza por el rechazo ante la elección de vida; otras veces, hay una cuestión de competencia. “En las parejas suele haber maltrato físico y psicológico pero tienen la esperanza de cambiar la situación”, contó. 

 

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