jueves 28 de marzo de 2024
EL VEREDICTO SE CONOCIÓ EN MARZO DEL AÑO PASADO

Quedó firme la condena de 22 años de prisión para un hombre por abuso sexual

La defensa había casado el fallo y la Corte lo confirmó. Luego presentó un recurso que no prosperó.

Por Redacción El Ancasti

El 29 de marzo del año pasado, los jueces de la Cámara Penal de Tercera Nominación Marcelo Soria, Patricia Olmi y Jorge Palacio habían condenado a 22 años de prisión a un hombre que fue hallado culpable en los delitos de  “abuso sexual sin acceso carnal”, dos hechos de “abuso sexual gravemente ultrajante” y por tres hechos de “abuso sexual con acceso carnal”, todas “agravadas por el aprovechamiento de la situación de convivencia con la víctima”.

La denuncia se realizó en 2017 por la misma madre de la niña. Los ultrajes se concretaron durante 2012 cuando la víctima tenía 8 años. La Cámara Gesell efectuada oportunamente confirmó todos los hechos denunciados. El abusador la ultrajó de manera continuada y habría mantenido amenazada a la niña, quien finalmente pudo contarle a su mamá lo que estaba sufriendo.
El fiscal Rubén Carrizo había pedido una pena de 28 años de cárcel y Martín Ezequiel Molina, abogado de la querella, había solicitado un castigo de 32 años. Los ultrajes sucedieron en el ámbito intrafamiliar y el imputado, en una declaración de casi dos horas, aseguró que las graves acusaciones eran falsas y que habían surgido por diferencias familiares. Luego del veredicto, el condenado fue llevado al Servicio Penitenciario de Miraflores, Capayán, en un importante operativo policial. Pedro Vélez, abogado de la defensa, había adelantado que casaría el fallo. 

Fuentes consultadas por El Ancasti informaron que la Corte de Justicia había confirmado la sentencia de esta Cámara Penal. No obstante la defensa insistió y presentó un recurso extraordinario que no prosperó. Una vez vencidos los plazos, la condena quedó firme.

Fundamentos
De acuerdo con documentación a la que accedió este diario, la mamá de la nena había contado que en un primer momento el acusado tenía una buena relación con la pequeña. “Él parecía la persona más maravillosa. Le compraba disfraces, la llevaba a la escuela”, recordó. Luego, comenzó a cambiar y la nena manifestó que algo pasaba. Ella tartamudeaba, tenía problemas de peso y le costaba estudiar. “Él la retaba mucho, se fijaba qué estaba haciendo, interpretaba como que quería que me ayude más a mí. Una vez le dije que ella no me hacía caso. No sabía que ella estaba pasando por esto”, contó.

Además, la mujer contó que fue “víctima de violencia física y verbal” por parte del acusado. “Realicé una denuncia; comenzó así por celos. Fueron muchos hechos de violencia. A veces estaba con una cuchilla o con una pistola. Él tenía una Bersa, no sé de armas”, recordó.

En tanto que trascendió que en su declaración, el acusado había descalificado  a la nena en varias ocasiones: la trató de mentirosa y de violenta, entre otros dichos. “En otras palabras, la presenta como un ser poco menos que despreciable, algo que se pudo apreciar por su actitud y su lenguaje corporal, que fue dable advertir al momento de prestar declaración y ello fruto de la inmediación, a pesar que él manifestó sentir cariño también por ella”, destacaron los magistrados en los fundamentos de la sentencia.

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