La carta destaca que del total de 45 mil asesinados por los ataques de Israel en Gaza, cerca de 20 mil son niños.
Un importante grupo de escritores, investigadores, artistas visuales, historietistas, periodistas, docentes, bibliotecarios, músicos, coordinadores de programas de lectura y representantes de instituciones vinculadas a la infancia, emitió un contundente mensaje en torno al conflicto palestino-israelí. Con cerca de mil firmas, la "Carta urgente en defensa de las infancias de Gaza y su derecho a la vida" denuncia "el mayor infanticidio de este siglo". "La literatura para la infancia no puede desviar la mirada ante este horror", sentencia. Y exige a los autores y autoras israelíes y los organismos de derechos humanos latinoamericanos que se pronuncien y actúen.
Entre los argentinos que firman están Adolfo Pérez Esquivel, Oche Califa, Luis Pescetti, Oscar Grillo, Sergio Langer, Quique Alcatena, Inés Garland, Isol, Canela, Nora Lía Sormani, María Cristina Ramos, Ema Wolf, Natalia Porta López, Paula Bombara, Nacha Vollenweider y María Soledad Otero. Hay adhesiones desde Uruguay, Chile, Brasil, Perú, Venezuela, Colombia, México, El Salvador, España, Portugal e Italia y desde Israel.
Andruetto fue una de las redactoras del mensaje, junto a Wapner, Matías Trillo, Laura Escudero y Adolfo Córdova (periodista, escritor e investigador, de México). Para ella la carta "ha funcionado como modo de romper esa suerte de silencio temeroso de ser acusado de antisemita. No se trata de eso. Por eso, la carta habla de la infancia. Nos parecía que al respecto había un silencio atronador", dice la escritora, quien previamente hizo una columna radial llamada "Anatomía de un genocidio" sobre el mismo tema. "Encontramos mucha respuesta, más de la que imaginaba. Ese silencio se rompió ante muchas personas que nos transmitieron que querían pronunciarse y no sabían ni cómo ni dónde."
La carta destaca que del total de 45 mil asesinados en Gaza, cerca de 20 mil son niños. "Todo esto ocurre en un territorio sitiado, asediado y perimetrado por Israel", describen los firmantes. En este contexto, "la literatura para la infancia no puede desviar la mirada ante este horror. Nada puede ser lo mismo luego de esto que se menciona como una 'guerra declarada a los chicos'. Todo el hacer relacionado con la infancia se vacía de sentido, se vuelve palabra hueca, si se ignora lo evidente: se está ejecutando hace 411 días una orden política genocida, con el particularismo de tener números de infanticidio escalofriantes".
Más chicos asesinados que adultos
El documento cuestiona la "exhibición pública, casi festiva de un acontecimiento atroz" que no recibe sanción de gobiernos e instituciones y replica señalamientos de Naciones Unidas: hay más chicos asesinados que adultos varones, miles de niñes con heridas y quemaduras gravísimas, decenas de desplazados, de los cuales muchos "caminan huérfanos y perdidos por calles en ruinas sobre las que duermen, o están muriendo por heridas o enfermedad ya sin familiares con vida". Otros miles de cuerpos de chicos esperan "bajo millones de toneladas de escombros a ser encontrados".
Ahora somos judíos quienes llevamos a cabo un genocidio, y el mayor infanticidio del siglo, en transmisión directa por las redes, fotografiado y grabado por víctimas y victimarios: Israel no oculta nada".
"El talón de Aquiles de esta locura es cuando se señalan 'método, número y proporcionalidad en el uso de la violencia'. La sociedad argentina aprendió eso que parece tan elemental. Y la letra dura de todos los informes y testimonios que circulan de profesionales, especialmente de médicos en la primera línea del dolor, ordenando ese caleidoscopio de gritos y sangre, ya está sobre la mesa. Hay que escucharlos", aporta Trillo: "Todo lo demás, de las narrativas sobre el sionismo, judaísmo, colonialismo, mito, religión, occidente, democracia, imperialismo, etcétera ya es literatura. Y es la bobería que tiran a la cancha para complicar lo simple. Hay un asesinato masivo de chicos encerrados, y el mundo y sus burocracias gigantescas, como en una pesadilla de Kafka, reaccionan tan lentamente, que nunca nada es suficiente; estos millones de toneladas de ruinas y de chicos van a quedar ahí señalándonos nuestra propia indiferencia. Como un fantasma".
Infanticidio sin culpa
"Este infanticidio es el epítome, la cumbre de una enorme decepción que siento hacia la humanidad. Hemos fallado. Están pasando tantas cosas horribles en el mundo que hay que andar inventándose alegrías. Con el ascenso de las derechas es un acoso constante", expresa Istvansch. "La humanidad ha logrado inventar armas de una sofisticación inaudita para llegar al lugar al que tiene que llegar puntualmente. ¿La misma humanidad no pudo lograr que no sean los chicos los que la paguen? ¿Se caga en que eso llegue indiscriminadamente a quien llegue, sin importar que sean chicos? Encima, el imbécil del payaso del Estado (Milei) levanta la mano diciendo que 'nosotros estamos acá', que 'queremos mandar tropas para la guerra, no para la paz'", añade el artista.
"Basta de matar chicos en Gaza y en Líbano, y donde sea. Hay una sola víctima en la guerra entre Israel y Gaza: el pueblo Palestino. Y hay una sola medida urgente que el planeta entero debe exigir al régimen genocida del dictador Netanyahu: dejen de matar niños. Lo demás es cuento" sentencia Giardinelli.