jueves 28 de marzo de 2024
EDITORIAL

Consejos que generan más irritación social

Por Redacción El Ancasti

En medio de la desazón que producen día a día los continuos aumentos de precios en el país y, por ende, la pérdida del poder adquisitivo del salario, sobre todo en las clases sociales baja y media, el Gobierno nacional intentó acercar una “ayuda” de tipo informativa a los consumidores de combustibles. 
Lo hizo en plena efervescencia del mal humor, o la lisa y llana indignación, que provocó el nuevo incremento de las naftas del orden del 7 al 8 por ciento, que ahora acumulan más de un 70 por ciento en el año. 
Fue casi en simultáneo con la remarcación en las estaciones de servicio que la Subsecretaría de Energías Renovables y Eficiencia Energética de la Nación no tuvo mejor idea que difundir una guía de 32 páginas que sugiere desde “cómo preparar un viaje” hasta “qué vehículo elegir” para salir a la ruta. 

La guía representa una suerte de catálogo de consejos o “tips”, de esos que abundan en Internet, acerca de cómo realizar una conducción más eficiente, prestando atención a la velocidad, el uso del aire acondicionado, la presión de los neumáticos, el manejo de los cambios, el vehículo detenido en “punto muerto”, maniobras y el peso de carga. 
Para el Gobierno, si los conductores prestaran debida atención a las recomendaciones para una conducción más eficiente podrían ahorrar hasta “un 30% de combustible”. 

Para YPF llegó "el equilibrio" a los precios de sus naftas

Sin embargo, algunos de sus consejos no hacen más que empeorar el malestar de la gente, ya bastante castigada por una situación económica que se torna cada vez más difícil de sobrellevar, sobre todo porque no hay un horizonte que permita alentar alguna esperanza.

Por caso, la guía apunta que “el aire acondicionado puede incrementar el uso de combustible hasta un 25%, lo cual equivale a un consumo aproximado de 300 litros por año”, y por lo tanto aconseja no encender el aire acondicionado cuando se circula a menos de 80 kilómetros por hora. 
Con ese criterio, la gente debería conducir en las ciudades, donde el promedio de velocidad está por debajo de los 80 km/h, con las ventanillas bajas. Es decir, sin usar el aire acondicionado y con el enorme riesgo que eso implica para la seguridad de las personas dentro del vehículo. 

Pero hay otros consejos aún más irritantes. En efecto, el Gobierno recomienda a la gente que a la hora de comprar o alquilar un vehículo, busque aquellos que cuentan con tecnologías que facilitan la conducción eficiente. 
Por ejemplo, que dispongan del sistema “Start-Stop” (el motor se apaga en “punto muerto” cuando se detiene y se enciende automáticamente al reanudar la marcha), caja automática, asistente al cambio de marcha, indicador Eco Drive y función Eco. 
Es de suponer que la gente con un nivel de ingresos suficiente para adquirir vehículos con aquel nivel de tecnología sería la menos sensible al aumento de precio de los combustibles. El problema lo tienen, en realidad, los conductores con vehículos “normales”, de inicio de gama, que carecen de todos esos sistemas.  

Lo que el Gobierno debería hacer en todo caso, y es lo que la gran mayoría de los ciudadanos y automovilistas esperan, es que ponga freno al aumento desmedido de los combustibles y aplique políticas de contención de la inflación que, está visto, no depende de las variaciones del dólar.n

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