La presidenta Cristina Kirchner encabezó anoche su última cena de camaradería de las Fuerzas Armadas, a las que les pidió que "nunca más se dejen llevar por un canto de sirena" y recordó que fueron "utilizados para defender intereses que no eran del país".
"Muchas veces ustedes han sido utilizados, interna y externamente, para defender intereses que no eran del país, que eran los de grupos y que muchas veces vemos que siguen gozando de los mismos beneficios, mientras otros están purgando las penas por las cosas que los mandaron a hacer", sostuvo la mandataria.
En ese sentido, la jefa de Estado convocó a las Fuerzas Armadas "a que nunca más se dejen llevar por un canto de sirena. En todo caso, hagan como Ulises y átense al mástil de la nave para ver cómo es el canto, pero nunca más, soldados de la patria, nunca más esos errores", en referencia a los crímenes de lesa humanidad cometidos en la última dictadura cívico-militar.
Asimismo, la Presidenta destacó la actual "operación conjunta" de las fuerzas y comparó esa situación con la vivida en la Guerra de Malvinas: "Estrategias individuales de cada fuerza, no actuar en forma conjunta fueron, tal vez, motivo de alguna derrota que podríamos, tal vez, haber evitado, morigerado, atemperado o, por qué no, tal vez haber salidos victoriosos".
Tras destacar que es su "última cena" como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, la mandataria resaltó que terminará su mandato "con una deuda" en cuanto a la falta de mujeres en puestos jerárquicos dentro de las armas.
"En políticas de género me voy a ir con una deuda: Yo quería ver una generala, almiranta o como se le pueda llamar.
Hoy (martes), charlando con (el ministro de Defensa, Agustín) Rossi me decía que en uno o dos años más podríamos tener una mujer con las palmas (en alusión a los distintivos de las fuerzas armadas)", contó Cristina Kirchner. Y agregó: "Queremos tener mujeres en la conducción de las fuerzas armadas. Ésta es una deuda, pero estoy segura de que las mujeres que están ingresando la van a hacer cumplir".