A pesar de las repetidas advertencias y promesas, el patrimonio continúa en deterioro. El reciente colapso muestra el desinterés.
El patrimonio arquitectónico de Villa Dolores, sigue en franco deterioro sin que las autoridades competentes actúen para preservar las casonas históricas que le dan identidad a la zona. Con el paso del tiempo, estas emblemáticas construcciones que datan de entre los siglos XVII y XIX, se fueron desmoronando una tras otra y las promesas de protección patrimonial no se cumplieron.
Recientemente, otra de esas construcciones de adobe ubicada en la calle Joaquín Acuña colapsó, sumándose a la lista de edificaciones que ya sucumbieron al abandono y al desgaste provocado por el paso del tiempo y la falta de mantenimiento. El techo y una pared lateral de la vivienda se derrumbaron, dejando escombros en la vía pública. Tras el incidente, la estructura fue apuntalada y se restringió el paso de peatones con cintas de seguridad, obligando a los transeúntes a circular por la calle, lo que aumenta el riesgo de accidentes. Las viviendas colindantes, también de adobe y con muchos años de antigüedad, corren el mismo riesgo de colapso.
Este último derrumbe no es un caso aislado. El Ancasti viene advirtiendo desde hace varios años, sobre el estado crítico de las casonas ubicadas en esta emblemática calle que atraviesa por el corazón de Valle Viejo. En reiteradas oportunidades, se señaló el deterioro progresivo de estas construcciones históricas, sin que se haya implementado ninguna acción concreta por parte de las autoridades del municipio chacarero para evitar más pérdidas.
Un artículo reciente de este diario, titulado "Peligro de derrumbe de casonas antiguas en Villa Dolores", detallaba la situación crítica de las edificaciones de esta zona, anticipando lo que finalmente ocurrió. Mientras algunas casas fueron demolidas y sustituidas por nuevas construcciones, otras, como la que recientemente colapsó, permanecen expuestas a un desplome inminente.
Los propietarios y vecinos manifestaron en repetidas ocasiones, su preocupación ante el riesgo de derrumbe y la necesidad urgente de un plan de conservación. Sin embargo, las promesas de preservar el patrimonio histórico nunca se materializaron. "Hace años que hablan de proyectos para proteger estas casonas, pero no solo no han hecho nada, sino que tampoco han tomado medidas para evitar que el patrimonio siga deteriorándose", lamentó un vecino de esta localidad chacarera.
Uno de los factores clave en el acelerado deterioro de estas casonas de adobe, fue el impacto de las obras públicas en la zona. Las excavaciones para la instalación de servicios como cloacas, gas y agua, junto con las repetidas repavimentaciones, fueron causando vibraciones que afectaron las estructuras de los inmuebles. "Las excavaciones con maquinaria pesada y el constante paso de vehículos han acelerado el desgaste de estas casas", señalaron los vecinos.
Aunque en su momento se prometió restringir el tráfico de vehículos pesados para mitigar los efectos sobre las casonas, estas medidas nunca se implementaron, exacerbando la situación y acelerando el deterioro.
Historia en peligro
Villa Dolores, una de las localidades más antiguas del Valle Central, atesora edificaciones de adobe que datan de entre los siglos XVII y XIX y que tienen un valor histórico incalculable. Estas casonas fueron testigos de importantes actividades económicas y sociales, y algunas de ellas formaban parte del recorrido del tranvía a caballo que conectaba "Las Chacras" con la ciudad Capital. Además, sirvieron como fábricas de aguardiente y residencias de personalidades destacadas de la historia local.
A pesar de su enorme valor histórico y cultural, muchas de estas edificaciones están hoy al borde del derrumbe, en parte debido a la falta de conciencia sobre su importancia, pero también a la inacción de las autoridades responsables de su conservación. "Es doloroso ver cómo se pierden estos edificios, que no solo representan nuestra historia, sino también nuestra identidad cultural", comentó un historiador de Valle Viejo.n
