jueves 28 de marzo de 2024
El edificio dejó de usarse a principios de los 90'

La exresidencia de gobernadores continúa abandonada

A pesar de las promesas de las diferentes gestiones, el edificio nunca fue recuperado para su utilización.

Por Redacción El Ancasti

La exresidencia de los gobernadores, ubicada en la localidad de Las Pirquitas, Fray Mamerto Esquiú, continúa en un estado total de abandono, sin que se le dé utilidad alguna, pese a las numerosas promesas que hubo de las distintas gestiones gubernamentales de ponerla en valor. 

De aquel edificio, que tuvo un gran protagonismo por su esplendor en la década del 80 y primera parte de los años 90, solo quedan en pie algunas pocas paredes, ya que todas las instalaciones eléctricas, los sanitarios, los mosaicos de los pisos, los tejados de los techos, las aberturas incluyendo los marcos, fueron saqueados; todo eso por haber permanecido tanto tiempo sin cuidado alguno y dejando todo el predio a la deriva.

La residencia fue inaugurada en 1974, a partir de terrenos cedidos por la Dirección de Agua y Energía; la residencia oficial fue habitada por los sucesivos gobernadores hasta el año 1991, cuando se produjo la caída del exgobernador Ramón Saadi, y entonces la casa dejó de ser residencia oficial y entró en su etapa de abandono y destrucción.

La misma suerte corrieron otros edificios de aquella localidad que por esos años era una auténtica villa veraniega con hostería, cine, complejos para campamentos, piletas, inclusive una escuela agrotécnica.

Los sucesivos gobiernos esgrimieron la posibilidad de darle diferentes utilidades al predio, desde un hospital geriátrico hasta una hostería turística, pero ningún proyecto prosperó y todo sigue igual o cada vez peor.

Aquel emblemático edificio en su mejor época supo tener en pleno funcionamiento más de cinco dormitorios, salones de reuniones y para recibir anfitriones, comedores, dependencias destinadas al personal de servicio y a los custodios de la gobernación, quincho, pileta y una cancha de tenis, todo enmarcado en un escenario verde de montañas y enfrente del embalse.

La última promesa
En octubre de 2014, durante su gestión como gobernadora, Lucía Corpacci anunciaba que este inmueble iba a ser recuperado, al igual que el exhotel Sussex, para que se desarrollen en ese espacio actividades recreativas para los jóvenes, con dictados de talleres, cursos y hasta una huerta comunitaria.

En ese momento, Corpacci le solicitó a Octavio Gutiérrez, en ese momento secretario de la Vivienda, y a quien se desempeñaba como administrador del IPV, Dante López Rodríguez, que se pongan en marcha las obras necesarias para reacondicionar el edificio.

En el mismo año, un grupo de artistas planteó la idea de que se lo convierta en un hostel-museo. 

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