Un médico y un enfermero, que desarrollaban tareas en un hospital de la localidad sanjuanina de Pocitos, continuarán cumpliendo un régimen de prisión preventiva por abuso sexual por el que habían sido detenidos en junio de este año.
Un médico y un enfermero, que desarrollaban tareas en un hospital de la localidad sanjuanina de Pocitos, continuarán cumpliendo un régimen de prisión preventiva por abuso sexual por el que habían sido detenidos en junio de este año.
Los detenidos enfrentan cargos por el delito detallado contra pacientes del Hospital Cantoni. La decisión del juez de Garantías Juan Gabriel Meglioli fue tomada tras el pedido del fiscal Leonardo Arancibia, titular de la UFI CAVIG, quien expuso en audiencia la gravedad de las imputaciones y la necesidad de mantener la detención domiciliaria de los imputados mientras se desarrolla la investigación.
El médico Miguel Amado ya había sido condenado en 2021 por abuso sexual simple, también vinculado al trato con una paciente. El enfermero José Sebastián Castillo fue denunciado por varias víctimas que señalaron prácticas médicas que incluían masajes, maniobras y contactos que, según la Fiscalía, carecían de justificación clínica y constituían actos de abuso.
El proceso judicial se encuentra en trámite desde que, en junio pasado, una mujer alegó que había sido víctima de tocamientos indebidos durante una consulta médica en el nosocomio. La denuncia activó un procedimiento urgente que derivó en la detención inmediata de los dos profesionales. Según los detalles que dio el portal Tiempo de San Juan, durante la última audiencia celebrada, Arancibia argumentó que la continuidad de la prisión preventiva por 30 días más era necesaria para prevenir posibles riesgos procesales, como fuga o entorpecimiento de la investigación.
Sostuvo que los relatos de las denunciantes tienen coherencia, que el prontuario del médico es un agravante y que existe un patrón de conducta reiterado en ambos imputados. Remarcó además la importancia de garantizar la protección de las víctimas y de la prueba mientras siguen colectándose elementos fundamentales para la causa. Utilizaba su posición para vulnerar la intimidad de las pacientes, repitiendo un modus operandi en distintos turnos y situaciones.