lunes 2 de diciembre de 2024
Puso en duda la cosecha

Productor asegura que la industria del litio "matará" a la vitivinicultura

Se trata de César Cuello Roca, propietario de la bodega que lleva su apellido. Aseguró que hay una "migración de obreros del sector rural al minero" y que no tiene mano de obra.

Al conflicto que año a año plantean distintos empresarios del sector productivo por los planes sociales y la incompatibilidad con los trabajos temporales en la cosecha, se suma ahora la llegada de otras industrias que podrían poner en riesgo la cosecha del año próximo. Así lo planteó el bodeguero César Cuello Roca, propietario de la bodega “Cuello Roca”, ubicada en Medanitos, departamento Tinogasta. “Tenemos un desplazamiento de los obreros del sector rural al minero. No podemos pagar lo que pagan las minas. Para nosotros va a ser ‘la maldición del litio’, nos estamos preparando para el final”, advirtió lapidario.

“Lamento decir que para el 2023 quizás no haya cosecha. No tenemos obreros, no hay personal para cosechar, entonces el problema es con una solución improbable. Todo el mundo lo sabe: la presencia de las mineras ha hecho subir los salarios a un nivel imposible de pagar por nosotros”, advirtió Cuello Roca en declaraciones a medios locales.

En ese sentido, explicó que “nosotros pagamos de acuerdo a los convenios colectivos de trabajo en el sector agropecuario, en especial del vitivinícola, que son más o menos, un poco más de 50.000 pesos por mes”. “En la mina pagan $200.000, entonces están yendo todos nuestros obreros a trabajar en la mina. Hay un desplazamiento de obreros del sector rural al sector minero y eso hace que no tengamos personal para trabajar las viñas, menos que menos vamos a tener para la cosecha y mucho menos para la pasa”, advirtió.

Según indicó, entre las personas que deben ir arriba de los acoplados, quienes cargan los canastos y otras tareas, necesitaría al menos ocho obreros, sin contar cosecheros. “No sé cómo vamos a hacer este año, si ni siquiera tenemos cosechadores. A menos que Juan (Longo), de la mostera, nos proporcione los obreros o que los traiga de algún lado, la uva va a quedar en la planta”, aseguró.

“Sabemos que se aproxima el final porque no es una cosa que la esté anunciando con poco espíritu para el futuro, sino que ha ocurrido en muchas partes del mundo. Esto que está pasando tiene un nombre y es ‘la maldición de los recursos naturales’. Pongan en Google y van a ver: donde se descubren recursos naturales que proporcionan mucho dinero, se produce la desgracia de las actividades que había hasta ese momento basadas en una economía de mucho menor valor”, opinó.

Al respecto, eligió re-bautizar el término y aseguró que “ya podemos hablar de ‘la maldición del litio’, que se suma a la de los planes sociales” y reclamó, que cuando llega la cosecha “las municipalidades dan becas a los obreros para que se vayan a trabajar a la Municipalidad”.

“Hay una movida en contra de la actividad privada porque se está queriendo que la producción esté en manos del Estado, sea municipal o provincial. Lo que están haciendo se llama marxismo, comunismo. Aquí en Tinogasta nos han renunciado cuatro empleados porque dicen que con lo que ganan de planes sociales ya no vale la pena sacrificarse en algún trabajo. Entonces no nos queda más que ir preparando el final”, sostuvo.

Dos proyectos

En Tinogasta, puntualmente en Fiambalá, se puso en marcha un proyecto de litio pero aún no está en etapa de explotación. Se trata de Tres Quebradas (3Q), el proyecto de la empresa Liex-Zijin, de capitales chinos, que está instalada desde 2018 pero que entraría en producción a fines del año próximo.

El proyecto 3Q es uno de extracción de salmuera y producción de carbonato de litio sobre el que hay muchas expectativas, ya que en la fase exploratoria produjo carbonato de litio grado batería de máxima pureza en su planta piloto.

Por otra parte, la Provincia, por intermedio de CAMYEN, firmó un acuerdo con YPF-Litio para el inicio de tares de exploración también en Fiambalá.

Seguí leyendo

Te Puede Interesar