La defensa de Cintia Soledad Bazán se opuso ayer al requerimiento de elevación a juicio de la causa que investiga el homicidio de Hugo Ariel Ocampo -ocurrido el 18 de enero de 2021 en Antapoca, departamento Valle Viejo-, y pidió su sobreseimiento y su inmediata libertad.
La oposición fue presentada por el abogado Fernando Alfaro, quien cuestionó el dictamen mediante el cual la fiscal de la causa, Yésica Miranda, también envió a juicio a la expareja de Bazán, Enzo Maciel Morales.
La mujer está imputada por "homicidio doblemente calificado por ser cometido contra una persona con la cual mantiene una relación de pareja y por alevosía en calidad de coautora", mientras que Morales está acusado de "homicidio calificado por ser cometido por alevosía en calidad de coautor".
Bazán mantenía una relación con Ocampo al momento de ser cometido al crimen y para la fiscalía, la mujer pergeñó junto a Morales un plan para matar a su amante y hacer desaparecer su cuerpo, que fue hallado días después en el fondo de un pozo de más de 20 metros de profundidad.
Bazán y Ocampo habían mantenido regulares encuentros furtivos en el mismo lugar donde luego se produjo el crimen, un descampado con un edificio en ruinas ubicado a un kilómetro de la avenida de circunvalación Néstor Kirchner.
En este contexto y a partir de la prueba producida, la fiscal consideró que Bazán fue una pieza clave en un plan que habría pergeñado con Morales para ultimar a Ocampo, ya que el día del homicidio, a las 6.30, ambos llegaron al lugar a bordo de la moto de la víctima para consumar un nuevo encuentro amoroso pero esta vez, con Morales oculto en el edificio en ruinas.
Presuntamente Morales atacó a Ocampo por atrás, con una soga o cable hasta provocarle la muerte por "asfixia mecánica por estrangulamiento, asociada a traumatismo cráneo facial”.
Posteriormente el cuerpo fue trasladado aproximadamente 30 metros y desechado dentro de un pozo o aljibe de unos 30 metros de profundidad, que luego fue cubierto con ramas y otros elementos.
Según Alfaro, Bazán también es una víctima de Morales porque "no existen elementos de convicción suficientes para sostener su participación en el hecho que se le endilga" y habrían actuado "movilizados por una cuestión no determinada aún por la investigación".
Para la defensa, "Bazán nunca pudo desde su posición, prestar un auxilio o cooperación (a Ocampo) sin lo cual no habría podido cometerse el ilícito".
Por otra parte, "existen suficientes elementos para tener por acreditado que el plan le perteneció exclusivamente a Morales, quien tenía un móvil, esto es los celos, una motivación personal dirigida contra quien le arrebataba a alguien o algo que le pertenecía, que era de su propiedad y cuya relación lo avergonzaba en el barrio y en su círculo social porque era considerado un “gorreado” (SIC)".
En otra parte de su presentación, el abogado indicó que de acuerdo a una declaración testimonial, cuando Morales ejecutaba a Ocampo, Bazán le habría pedido que lo dejara de agredir y que en lugar de cesar, éste le habría dicho "esto es culpa tuya, yo en el barrio quedo como un gorreado, todo es culpa tuya…”.
Finalmente, la defensa exigió a la fiscal la "aplicación de perspectiva de género" y remarcó que la pesquisa no pudo determinar el móvil del crimen, “que viene dado por celos y necesidad de venganza de Morales".
La otra causa de Morales
La investigación que se inició por el asesinato de Ocampo sumó otra investigación por tres gravísimos hechos de abuso sexual en concurso real y en calidad de autor, todo en una sola causa.
Por orden del juez de Control de Garantías Nº 4, Marcelo Sago, la fiscal separó las causas acumuladas. El jueves envió a juicio la causa del homicidio de Ocampo con los dos imputados, Morales y Bazán, mientras que por separado, continúa con la investigación de causa por abusos contra Morales.
Al cierre de esta edición fuentes judiciales informaron que la defensora oficial, Florencia Gonzáles Pinto, quien asesora al sospechoso en esta causa por abuso, pidió la nulidad de una evidencia.