En el ámbito de la Cámara de Apelaciones en lo Penal y de Exhortos ayer se llevó a cabo una audiencia de expresión de agravios por una causa por un delito contra la integridad sexual. El Tribunal de Alzada está integrado por los jueces Edgardo Álvarez, Elena Berrondo Isí y Juan Rosales. La próxima semana se dará a conocer la resolución.
El acusado está imputado por “abuso sexual con acceso carnal” y es asistido por el abogado del foro local Juan Pablo Morales. La Fiscalía de Instrucción de Séptima Nominación estuvo a cargo de la investigación. Actualmente, el acusado se encuentra privado de la libertad.
De acuerdo con información a la que pudo acceder El Ancasti, el defensor Morales solicitó la nulidad de una pericia y el sobreseimiento. A su criterio, no existiría la probabilidad de que se asistido haya cometido el hecho.
Al banquillo
En otro orden, fuentes judiciales informaron que la fiscal de Instrucción de Séptima Nominación, Valeria Reyes, dio por finalizada la investigación por un abuso sexual en la infancia (ASI) intrafamiliar. El acusado deberá responder por “abuso sexual simple continuado” y “abuso sexual con acceso carnal”. A la vez, elevó la causa a juicio. La víctima es una adolescente de 14 años y el acusado pertenece a su círculo familiar.
Según se precisó, los ultrajes habrían ocurrido en Valle Viejo entre marzo y abril de este año. El acusado se encuentra detenido con prisión preventiva confirmada y alojado en el Servicio Penitenciario Provincial, en Capayán, a la espera del debate en su contra.
El abuso sexual en la infancia (ASI) es una de las formas de violencia más extrema que niños, niñas y adolescentes pueden sufrir. No obstante, el dato más importante que advierten los profesionales en esta temática es que en la gran mayoría de los casos se trata de abusos sexuales intrafamiliares: padre, abuelo, hermano, tío o primo son los principales sospechosos.
El victimario realiza un abuso de poder. A través de diversos mecanismos de manipulación y amenaza, quien abusa genera en la víctima un sentimiento de culpa y vergüenza. Es por ese motivo que quienes lo sufren pueden tardar mucho tiempo, incluso años, hasta que pueden poner en palabras lo que les sucedió.
Al respecto, especialistas en esta temática advierten que la familia “puede ser un territorio favorable” para maltratar y abusar de chicos y chicas. Chicos y chicas suelen ser silenciados por sus propios agresores mediante distintas estrategias. El agresor sexual se vale del miedo, la culpa y la manipulación”.