Las tasas usureras se intensifican en el mercado clandestino de prestamistas
En las redes sociales abundan las ofertas de prestamistas que cobran a tasas no reguladas y con mecanismos muy aceitados.
El acceso a líneas de crédito de las entidades bancarias, financieras y billeteras virtuales está al alcance de la mano para todo aquel que tenga un celular, una computadora y un DNI habilitado. Pero afuera de ese sistema, existen submundos en los que realmente se paga el costo de la informalidad, con un mercado alternativo y clandestino de prestamistas que cobra a tasas no reguladas ni controladas y que tienen un mecanismo muy aceitado para garantizarse la cobrabilidad, aunque no es infalible.
Abundan en las redes sociales ofertas de prestamistas que facilitan dinero y cobran "al día", una operación habitual para comercios o cuentapropistas con alto flujo de dinero y de efectivo, como son los taxistas y remiseros, verdulerías, carnicerías, talleres y este tipo de negocios.
Uno de los ejemplos citados para este artículo muestra un ofrecimiento de $300.000 en el acto, a devolver en cuotas diarias de $15.000 durante 28 días. Es decir, una persona que accede a este monto cuenta con $300.000 para salir de algún apuro menor, pero a cambio devuelve $15.000 pesos diarios durante casi un mes: el capital recibido se cubre al vigésimo día, y a partir de ahí el prestamista se hace con ocho días de intereses, que implican para él una ganancia de $120.000. Es como si aplicara una tasa del 40% en un mes, cuando los plazos fijos en promedio pagan tasas de entre 22 y 26% anuales.
Otro de los ejemplos que ilustra esta nota es el de un prestamista que facilita el acceso al crédito para personas que están incluidas en el Reporte Veraz, condición que no les permite acceder a préstamos en las financieras comunes o en los propios bancos.
El último ejemplo se dio en Recreo, días pasados, donde un usuario anónimo pidió contactos de prestamistas que trabajen con beneficiarios de Asignación Universal por Hijo.
Además de estas maniobras a la vista de todos en redes sociales como Facebook, en las que alcanza con una simple palabra en el buscador, también existe un mercado de prestamistas clandestinos, algunos incluso empleados públicos, que prestan dinero a tasas irrisorias.
El Ancasti tomó conocimiento de un caso en el que se ofrecía un crédito de $500.000 a devolver en tres cuotas de $300.000, es decir, un negocio que tiene una rentabilidad del 80% por encima del capital prestado y que se recupera al segundo mes de habilitado el crédito.
Este tipo de prestamistas tiene aceitado el mecanismo para garantizarse el cobro: en el caso de quienes prestan "por día", suelen disponer de un comercio o permiten incluso visitas a domicilios particulares en los que cobran el dinero, y algunas veces hasta disponen de cadetes cuyo rol es ir a buscar al deudor.
En otros casos, las operaciones se realizan previa firma de un pagaré. Este instrumento funciona a modo de garantía para el prestamista, que utiliza para ejecutar (por intermedio de abogados) al deudor en el caso de que este no cumpla con el compromiso y de esa manera logra cobrar el dinero prestado y sus respectivos intereses mediante descuentos que operan sobre el recibo de sueldo.
En el mercado financiero tradicional, algunas entidades llegan a cobrar hasta ocho veces el capital prestado, según lo informan en sus vidrieras y en sus sitios webs. Eso depende del monto del crédito a solicitar, la cantidad de cuotas en las que se devolverá el préstamo, el historial crediticio del prestatario, entre otros factores.
Se trata de la Tasa Efectivo Anual (TEA), que es el cálculo final del costo real de un crédito, en el que se tienen en cuenta otros gastos como la capitalización de los intereses, el IVA y otros posibles gastos administrativos.
No tienen la misma TEA un crédito de $1.000.000 y que se devuelve en 12 cuotas, que un crédito del mismo monto pero que se devuelve en 36 o en 60 cuotas mensuales. n