Negó que hubiera expresado la intención de rescindir el contrato
Cano desmintió a Navarro y se judicializa el conflicto por el alquiler de Caravati
El empresario gastronómico informó que se contrató a un estudio jurídico para acompañar las denuncias de sus empleadas por hostigamiento y acoso por parte de socios del club.
Estrategia. Esteban Cano informó que continuará con la actividad en el local y respaldó a sus empleados.
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Ayer continuó la tensión por el alquiler del restaurante Caravati que pertenece al Club Social 25 de Agosto y el conflicto se judicializará. El empresario Esteban Cano, propietario del local gastronómico Caravati, cruzó con fuertes críticas al presidente del Club Social, Arturo Navarro. Negó que hubiera planteado rescindir el contrato y dijo que acompañará a sus empleados para que realicen las denuncias necesarias por los casos de acoso que salpican a los socios de la institución.
En conferencia de prensa, Cano salió al cruce de las declaraciones de Navarro, a las que calificó como “falsas”. “Los dichos son falsos, absolutamente todos. Lo primero que dice en un comunicado que viralizó en las redes sociales es que yo como gerenciador del lugar y representante de la empresa yo le dije a él que no quería renovar el contrato del local donde funciona Caravati”, comentó.
Replicó que “la primera aclaración en ese tema es que me parece una ofensa a la inteligencia de cualquier persona imaginar que como emprendedor y con 35 fuentes de trabajo uno pueda decir ‘no voy a renovar’, no tiene sustento ni coherencia esa afirmación”.
Añadió que cuando Navarro se refirió al precio que se paga por el alquiler, sintió que Navarro “casi hace beneficencia con nosotros” y precisó que el último mes de alquiler fue de 460 mil pesos.
Por otra parte, desmintió que no se cumpliera con puntos particulares del contrato, como el “descuento del 50%” para los socios del Club Social 25 de Agosto. “Los descuentos se han hecho. Eso está en los registros informáticos, lo pueden decir todos los mozos que trabajan en el lugar”, argumentó Cano.
Reveló que esta “es una de las causas que han generado tirantez entre los socios del club y el restorán” porque “siempre ha habido excesos de los socios, de invitar a más gente, de pretender aprovechar el descuento que no le correspondía a otra persona, de venir y pedir lo más caro que había en el lugar”, añadió.
Acoso
Ayer, una de las empleadas se refirió a las versiones de acoso y “hostigamiento” por parte de socios del Club Social. "Tenemos el acoso desde el hecho de que vos estás presente y ellos están en el constante 'te estoy mirando', en el constante de que vayas porque quieren un café y te hacen ‘desfilar’ por todo el lugar donde están ellos, y te vuelven a pedir otra cosa y así. Y estás presente y ellos te siguen mirando, escuchás lo que se murmura entre ellos”, sostuvo una joven en declaraciones a Mañana Central (Radio Ancasti).
Estrategia jurídica
Cano confirmó que contrató los servicios de un estudio jurídico. También ratificó que los trabajadores no quedarán sin su fuente laboral, pese al complicado panorama.
“La realidad es que formalmente hoy se vence el contrato. La empresa ha decidido contratar los servicios de un estudio jurídico del Dr. Jorge Bracamonte y Asociados; pudimos interpretar y definir tres caminos, tres resortes jurídicos para poder abordar la temática y situación de Caravati”, contó Cano.
“El primero es la continuidad o no del lugar para el desarrollo de la actividad. En ese análisis hemos decidido continuar con la actividad hasta tanto como empresa podamos encontrar otro lugar donde nos podamos trasladar. No podemos abruptamente cerrar, no podemos en poco tiempo trasladarnos de un lugar a otro, y no podemos irresponsablemente dejar de producir y que llega el día 10 cuando tengamos que pagar sueldos y no tengamos la liquidez necesaria para cumplir con nuestras obligaciones”, expuso.
Apuntó que “detrás de esta decisión existe un planteo legal” que prefiere reservar, y que con el asesoramiento del estudio jurídico se procederán a las denuncias por acoso laboral contra miembros del Club Social.
“Yo con Arturo Navarro no coincido en nada, pero en esto sí, y lo ha dicho él en un mensaje: él propone que se hagan las denuncias y que se investiguen todas estas situaciones que espontáneamente los empleados contaron. Como empresa contratamos a Bracamonte para que dé el debido asesoramiento y que vayan detrás de lo que deba y resulte ser en lo que particularmente es ese tema”, adelantó.
Y el tercer punto es “el análisis del estatuto del Club Social”, al que catalogó como “absolutamente obsoleto” y que “está en contra de toda la normativa vigente”.