Para la cooperativa a cargo se tornó incontrolable
Cada vez más personas van a la planta de tratamiento a buscar comida en la basura
La gente busca qué vender, como metal, cobre y ropa. El ingreso de menores también es permanente.
Además de los incendios difíciles de controlar en la Planta de Tratamiento de Residuos Sólidos y Urbanos que suceden seguido, ayer se pudo conocer que el predio es cada vez más concurrido por vecinos de la Capital que no buscan solo cartón o metal para vender, sino restos de comida, ropa, calzado, aduciendo que no tienen que comer ni dónde ir. Desde la Cooperativa Los Caminantes que hace años manejan el lugar, indican que no dan abasto y aseguran sentirse solos ante una planta de residuos y reciclado que requiere una logística cada vez mayor y donde los ingresos de personas ajenas al grupo son constantes.
Carlos Arias, al frente de la Cooperativa Los Caminantes, dio a conocer que mantuvieron reuniones con los funcionarios a los fines de pedir maquinaria que pueda retomar el trabajo de remover la basura y tapar con tierra los focos de incendios, no solo porque los estos complican el trabajo, sino por el peligro que representa en una planta donde ingresan millones de kilos de residuos domiciliarios, sólidos, de fábrica y de frigoríficos.
Además, lamentó que el ingreso de personas ajenas a la cooperativa sea sin control por diversos lugares, precisamente para buscar qué vender, pero también lo hacen menores que causan disturbios y podrían ser responsables de los incendios. El agravante que muchos son menores con problemas de adicción lo que complica el trabajo diario de todos.
“Los incendios en la planta de tratamiento pueden ser intencionales porque el predio es muy grande, entra mucha gente, menores, hay gente de todas las edades, llegan personas a buscar algo para comer y hay gente que llega y hace daño. Nosotros tenemos la cooperativa que son 150 asociados, la otra cooperativa son 120, nosotros nos dedicamos a trabajar, a hacer tareas de reciclado, de hacer la disposición final, enterrar la basura. El predio es muy grande, hay partes que están abiertas y la gente entra.
Tenemos cuatro sectores: el de la basura orgánica, de la basura domiciliaria, el sector de fábrica, de poda y el sector del matadero, el único al que ingresa la gente es el sector de la domiciliaria, donde está la basura de los domicilios. En los otros sectores no ingresa nadie y el fuego que tenemos nosotros ahora es donde está la fábrica y allí tiran químicos, productos inflamables y esos incendios se tapan con tierra pero con el viento vuelven a resurgir.
Nosotros estamos con recursos agotados, no tenemos casi recursos. Entran 11 municipios, ingresan más de 200 camiones por día, de 30.000 a 40.000 kilos de basura diaria.
Son más de 4 o 5 millones de kilos de basura mensualmente y si nosotros no tenemos la maquinaria adecuada, no podemos hacer bien el trabajo. Hay mucha tierra, la basura, todo daña las máquinas topadoras. Ahora llegan una o dos máquinas y vamos a mejorar el trabajo”, remarcó.
Agregó que los trabajadores y la gente se asfixia por el humo, lo que genera temor por la salud de los grandes y de los niños que circulan.
Incontrolable
“El problema que tenemos es que los ingresos son incontrolables, la gente busca ropa, aluminio, lo que sea para vivir, buscan cómo pasar el día. Hace unos años atrás no buscaban comida, la gente buscaba trabajar, hoy en día, hay personas que están buscando qué pueden llevar para comer, hasta los mismos trabajadores nuestros buscan algo de alimentos, lamentablemente lo que vendemos ya no tiene valor”, detalló.