"Ella fue mi pareja por un tiempo largo pero por ahí en las parejas hay separaciones, distanciamientos. Aparentemente a ella le cayó muy mal esto. Todos en Bañado de Ovanta conocen cómo fue el trato mío con ella, fue excelente, la cuidaba, la respetaba, tenía todo a su servicio. Con la denuncia de ella, su madre, sus hermanas y su abuela salieron en defensa mía", había declarado públicamente a finales del año pasado Elpidio Guaraz, intendente de Bañado de Ovanta, Santa Rosa.
La “expareja” era una adolescente. Ella tenía 16 años y él promediaba los 50. Hace dos años, ella escapó del terruño de Guaraz y llegó a la Capital. Lejos de Bañado de Ovanta, pudo radicar la denuncia penal contra el jefe comunal.
“El tiempo de una víctima: 2 años, 24 meses, 104 semanas, 730 días, 17.520 horas. Ese es el tiempo que hoy penosamente se cumple, esas son las horas y los días que amanecí esperando una respuesta en mi teléfono o en mi mail. Hoy me tengo que constituir en mi propia fiscal y desde ese lugar pido, imploro a la sociedad que me ayuden una vez más a difundir mi causa, a pedir justicia. La denuncia fue realizada un día como hoy hace 2 años, causa contra un hombre del poder de la provincia de Catamarca, en ejercicio de un cargo público, imputado el 17 de octubre del año 2022 pero libre, gozando de todos los privilegios que significa vivir del Estado y obtener protección. Ese mismo monstruo cobarde que me privó de mi libertad y me condenó a una vida llena de miedos, de dolor, de soledad, de incertidumbre, cuando apenas era una niña... sigue libre, mostrando el cinismo de un psicópata… ¿Por qué ese letargo de meses? En el medio un tiempo que me ahoga, me asusta, me produce impotencia. ¿Un año más pasará?”, expresó la joven, a través de sus redes.
Derrotero
Desde entonces, la causa atravesó y continúa atravesando por un derrotero cuesta arriba. La investigación quedó a cargo de la Fiscalía de Instrucción de Cuarta Nominación –por entonces a cargo del exfiscal Ezequiel Walther-. No obstante, el intendente no había sido imputado. En un primer momento, se ordenaron las medidas de rigor, tales como protocolos y pericias, a efectos de tener los primeros elementos para poder encuadrar el presunto delito.
En al menos dos ocasiones, la defensa de Guaraz presentó oposiciones. Dada la situación, en ambas veces, el expediente pasó de la Fiscalía al Juzgado de Control de Garantías para resolver tales planteos.
Actualmente, la investigación está a cargo de la fiscal Antonella Kranevitter, quien asumió el mando de esta Fiscalía, en octubre de 2021. Luego de haber escuchado la declaración de la denunciante y reunir la prueba pertinente, la representante del Ministerio Público Fiscal, el 17 de octubre del año pasado imputó al intendente Guaraz por “privación ilegítima de la libertad agravada” y “abuso sexual con acceso carnal”. Acompañado por su abogado defensor Luciano Rojas, el jefe comunal insistió en que la denuncia es una “maniobra política” y que se trata “de celos”. Una vez concluida la indagatoria, Guaraz salió a la vereda y expresó “todo bien, todo bien”. Luego, tomó rumbo hacia la División de Antecedentes Judiciales. En esa oficina fue fichado y prontuariado –como se dice en la jerga, le pintaron los dedos-.
El expediente por esta causa –Guaraz también está imputado por “abuso de autoridad” en el marco de otra denuncia, efectuada luego de que se conociera este hecho- pasó por la Fiscalía de Instrucción, el Juzgado de Control de Garantías y la Cámara de Apelaciones en lo Penal y de Exhortos, en varias oportunidades. La defensa hubo realizado varios planteos.
De acuerdo con información a la que pudo acceder El Ancasti, en mayo la defensa pidió una serie de testimonios. A estos corresponde hacer lugar. Sin embargo, por una cuestión de agenda todavía no se fijaron las audiencias.