sábado 16 de marzo de 2024
Motocicletas

El tuning ataca de nuevo

Workhorse Speed Shop inició el 2022 con ganas de ser noticia.

El garaje con sede en Wavre, Bélgica, entregó ya varias motos interesantes de marcas como Triumph e Indian, y esta vez volvió a elegir a la firma norteamericana para atacar de nuevo con un tuning sorprendente.

El fundador de Workhorse Speed Shop, Brice Hennebert, mostró hace muy poquito tiempo la Indian FTR AMA inspirada en los años 80, una edición especial que recreaba el diseño por completo utilizando la decoración típica de Martini Racing, y no perdió el tiempo para seguirlo con la segunda versión de la serie: el FTR Black Swan.

Mientras que la FTR AMA rindió homenaje a las carreras clásicas con una placa de matrícula frontal llamativa, la Black Swan se convierte en una superbike completa con un carenado frontal agresivo. Es posible que Hennerbert haya fabricado un tanque de combustible personalizado y un basculante de aluminio 7020 para la construcción, pero recurrió a los expertos en mecanizado CNC de Vinco Racing Engineering para el ajuste del basculante, las placas del chasis, los árboles triples y los componentes de la celda de combustible.

Después de los bocetos preliminares, Brice viajó hasta la central de Akrapovi en Eslovenia para ayudar a fabricar el hermoso sistema de escape 2-1, con el silenciador suspendido manteniendo el perfil elegante. En el medio casi queda atrapado en Eslovenia por las restricciones contra el COVID-19, pero una vez de regreso en el taller construyó una malla de alambre alrededor de la FTR como base sobre la cual modelar la carrocería en arcilla.

Cuando el diseño digital estuvo terminado en la computadora, la impresión 3D se hizo presente una vez más, al igual que en la versión AMA, y fue enviado a Robert Colyns de 13.8 Composites, especialista en la fabricación en fibra de carbono. Allí lograron un molde de una sola pieza para los carenados de fibra de carbono.

«Como había decidido mostrar la fibra de carbono y no pintarla, le di a Robert la libertad de elegir el tejido de carbono que se viera mejor y que funcionara con el diseño que le había dado», cuenta Hennebert. Por último, agrega que «el cuerpo entero solo pesa alrededor de 1,8 kg. Crear la carrocería fue una parte importante de la construcción, todo menos práctico, pero estaba decidido a tener una carrocería de una sola pieza».

Utilizando la impresión 3D una vez más, Hennebert diseñó un «párpado» superior e inferior para ocultar el faro delantero original cuando no está en uso. Dos motores paso a paso controlan el artilugio, lo que da como resultado una función de apertura y cierre suave y cinemática, similar al ojo humano. Para culminar la construcción, Hennebert mejoró la suspensión original con unidades Ohlins, agregó la tapicería de cuero Alcantara en el tablero y el asiento eleva mucho más a la Indian Black Swan.

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