lunes 18 de marzo de 2024
Sandía

El superalimento de verano

Es una excelente fuente de hidratación y fibra, rica en vitamina C y licopeno que regula el colesterol. Conoce los óptimos beneficios para la salud.

La sandía es una fruta con muy bajo aporte calórico y posee también bajo contenido de azúcar, convirtiéndose en un poderoso aliado para combatir el sobrepeso y sus nocivas consecuencias para la salud.

La sandía es una fruta con muy bajo aporte calórico y posee también bajo contenido de azúcar, convirtiéndose en un poderoso aliado para combatir el sobrepeso y sus nocivas consecuencias para la salud.

En el verano aumenta el consumo de frutas y una de las preferidas por sus múltiples beneficios para la salud es la sandía. Se trata de un auténtico superalimento, dado que al formar parte de una dieta y estilo de vida saludables optimiza el buen funcionamiento del organismo, sobre todo del sistema inmune frente a diversas enfermedades, entre ellas el COVID-19.

La sandía (Citrullus lanatus) es una deliciosa fruta de origen tropical que pertenece a la familia de las cucurbitáceas, al igual que el melón, la calabaza y el pepino, y es una de las frutas de mayor tamaño y peso dado que puede alcanzar los 10 kilos.

Nutrientes y beneficios

Uno de sus principales atributos de la sandía es que almacena gran cantidad de agua (alrededor del 90% de su peso total), por lo que es una excelente fuente de hidratación y tiene efecto saciante por lo que se recomienda consumirla entre las comidas, incluso por la noche, aunque teniendo siempre en cuenta la moderación en la cantidad a consumir.

Además, es una fruta con muy bajo aporte calórico (apenas 30 calorías por cada 100 gramos) y posee también un bajo contenido de azúcar, convirtiéndose en un poderoso aliado para combatir el sobrepeso y sus nocivas consecuencias para la salud.

La sandía, asimismo, es una rica fuente de vitaminas A, C y E, fundamentales para fortalecer nuestro sistema inmune frente a las enfermedades.

La vitamina A es esencial para tener una buena visión, pues favorece el desarrollo de los pigmentos de la retina y ayuda a prevenir la degeneración macular y la ceguera nocturna. Si a ello se suman la luteína y la zeaxantina presentes en la sandía se logra un efecto protector para la vista, reduciendo el riesgo de padecer cataratas y otros males de la vista.

En tanto, la vitamina C es fundamental para prevenir y combatir enfermedades respiratorias como la gripe, el resfriado, el asma y el COVID-19, y ayuda también a la cicatrización de heridas internas y externas del cuerpo dado que contribuye a la formación de nuevo tejido conectivo.

La vitamina E presente en la sandía ayuda a inhibir las células tumorales, por lo que su consumo es indicado para prevenir diversos tipos de cáncer como el de mama, próstata, ovarios, mama, pulmón, vejiga, páncreas, entre otros.

Otro de los nutrientes claves de la sandía es el licopeno, un flavonoide o compuesto fitoquímico presente en los vegetales de color rojizo y que posee excelentes propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que reducen el estrés oxidativo de las células y combate a los radicales libres que estimulan las enfermedades. Gracias al licopeno presente en concentraciones importantes, la sandía ayuda a prevenir y tratar males como la arterioesclerosis.

El consumo de sandía también contribuye a reducir los niveles de colesterol malo y los triglicéridos en la sangre, por lo que es un aliado frente a estos factores de riesgo de padecer diabetes, hipertensión, dislipidemia, problemas cardiacos y accidentes cerebrovasculares.

Por si fuera poco, el consumo de sandía es ideal para prevenir el dolor muscular y reducirlo si es necesario después del entrenamiento físico. Ello responde a la citrulina, un aminoácido que protege contra el dolor de los músculos fatigados.

Del mismo modo, la sandía aporta minerales como potasio, clave para una buena salud cardiovascular, y calcio, fundamental para mantener huesos y articulaciones saludables.

Fruta versátil

La sandía es una fruta muy versátil que puede consumirse cruda y es ideal para la preparación de ensaladas, jugos o zumos, extractos, y viene siendo aprovechada con éxito por la industria alimentaria en la preparación de refrescos, bebidas energizantes, helados, repostería, pulpa congelada, entre otros productos derivados de este maravilloso superalimento.

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