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Sonido de libertad (Sound of freedom, Estados Unidos, México, 2023) Dirección: Alejandro Monteverde. Guionistas: Rod Barr y Alejandro Monteverde. Elenco: Jim Caviezel, Mira Sorvino, Bill Camp, Javier Godino. Duración: 2h 11min. Calificación: Apta mayores de 13 años con reservas. Disponible en salas de cine.
Sonido de libertad es una película que llega a las salas de cine con mucha polémica: Primero porque aborda un tema durísimo como lo es el tráfico de niños para explotación sexual y las redes de pedofilia que lo alimentan; y segundo porque según sus realizadores el proyecto fue rechazado por los grandes estudios de Hollywood y, finalmente, fue financiado de forma independiente -lo cual refuerza la teoría que el filme toca un punto sensible que los medios hegemónicos quieren ocultar-.
Si esto es verdad, por ahora no lo sabemos, pero lo que es cierto es que este barullo sirvió para publicitar la producción y, por ende, vender entradas para verla: El éxito de taquilla estaba asegurado.
Desde el primer momento, la cinta aclara que está basada en hechos reales, ya que cuenta la historia de Tim Ballard, un ex agente del gobierno de Estados Unidos, que renunció a su trabajo para dedicar su vida a rescatar a niños de los traficantes sexuales.
De este modo, la producción en sí misma puede verse como un filme de denuncia que revela detalles sobre el secuestro y tráfico de menores, y al mismo tiempo, como una forma de toma de conciencia sobre este flagelo que azota a todo el planeta.
En ese derrotero, la película posee un discurso solemne con cierto tinte religioso que, si lo analizamos, se corresponde con la ideología cristiana de sus realizadores.
En cuanto a su estructura narrativa el filme no es muy diferente a otros dramas de suspenso, en los que un héroe con valores inquebrantables se enfrenta a una red criminal para rescatar a niños de la esclavitud sexual. Aquí no hay puntos medios: Los buenos son muy buenos y los malos son muy malos, y el relato estereotipado está a la orden del día. Ahora, el gancho claramente es el realismo de la historia y la contundente denuncia que deja su relato –si bien no hace referencia a otros crímenes de la misma índole como los abusos sexuales de niños por parte de sacerdotes de la iglesia católica ni tampoco los perpetrados en ámbitos intrafamiliares-.
Con una banda de sonido muy presente –diría demasiado en algunos pasajes del filme- y un destacado y emotivo trabajo de Jim Caviezel como Ballard, Sonido de libertad no es una obra de arte del cine ni tampoco un desastre total.
Es un filme decente que sirve más como instrumento de denuncia y a la vez como disparador para hablar de esta aberrante problemática mundial.
Lidia Coria
Twitter: @liXoria
Facebook: Cinéfilos a Bordo