jueves 28 de marzo de 2024
CULTURA

Revalorizar los instrumentos sonoros arqueológicos

El análisis científico de objetos culturales ancestrales permite reconocer técnicas y usos que refuerzan la idea de una cosmovisión amigada con la Naturaleza.

Por Redacción El Ancasti

La tesis de grado del licenciado Luis Andrés Torres, evaluada con el máximo puntaje en un examen virtual rendido en la Escuela de Arqueología de la UNCA, ayuda a comprender las diferencias entre la cosmovisión sonora de los pueblos originarios y la actual concepción que la cultura globalizada tiene del concepto “música”.

Se trata de un trabajo titulado “Sonidos del tiempo” que toma como objeto de estudio una serie de artefactos que integran la colección del Museo Arqueológico “Adán Quiroga” y que pertenecen a las distintas culturas originarias que vivieron hace unos mil años atrás. La tesis propone revalorizar estas culturas ancestrales a partir de la utilización de estos objetos sonoros, de modo que permitan acercarnos a la comprensión de esa valiosa cosmovisión sonora.

Para su trabajo, Torres hizo un registro fotográfico y auditivo de los instrumentos existentes en el Museo, partiendo de una clasificación determinada por tipologías: predominan los silbatos, objetos aerófonos de cerámica, líticos; también pipas sonoras, todos con distintas potencialidades y registros sonoros de acuerdo con los agujeros obturadores que tienen. En ese orden, se revela que hay muchos instrumentos que imitan los sonidos de la Naturaleza, el silbido de los pájaros y otros animales, el paso del río, los truenos, el viento. “Logramos registrar microsonidos o microtonos, que en realidad son pequeñas distancias sonoras que serían los llamados intervalos, pero que no se los puede escribir convencionalmente”, explica el investigador dando cuenta de la relevancia del trabajo.

Otro logro significativo es que “si desde la arqueología se suele “hacer hablar” a los objetos culturales enterrados, acá los hicimos hablar a través del sonido”.
 
Diferencia

“Aún hoy, en los pueblos originarios podemos ver cómo la música está adentrada, metida en la vida cotidiana a través de cantos, del pastoreo, en el trabajo, como también en los rituales. Esa cuestión sonora de los rituales cotidianos, comunicacionales es la que va más allá de una música occidental que es más bien un espectáculo estético vendido o elaborada para gustar estéticamente de acuerdo a los sonidos”.

En el vivir en armonía con la Naturaleza, rasgo distintivo de estas culturas, estaba presente esa idea de musicalidad: “Son culturas en las que se canta a los animales, a los cerros, hay una conexión y un diálogo con el río. Sobrepasa a lo que conceptualmente está estipulado desde Occidente”.

En lo personal, con este trabajo, el “maestro” Luis Torres, eximio guitarrista, reconocido cantautor, docente y defensor de las culturas originarias, ha logrado integrar dos facetas de su formación profesional que son perfectamente complementarias: la música y el estudio de las culturas precolombinas que habitaron el territorio provincial. “Precisamente, al dedicarme al registro y estudio de los instrumentos sonoros arqueológicos, me pareció interesante tomar distancia del término ´música´ que ya crea una concepción o imagen de la música occidental. Es muy diferente. Acá podemos hablar de mundo sonoro y de cosmovisión sonora. Hay autores que toman una línea parecida y fundamentan en que, dentro de las lenguas originarias no hay un término que se corresponda con la palabra música tal como se la ve en Occidente”, apunta Torres.

La tesis fue dirigida por el Dr. Daniel Delfino, quien tuvo la misión de orientar el estudio hacia las metas científicas propuestas. Para el análisis de los objetos de estudio, se tomó en cuenta el valioso aporte de reconocidos exponentes e intérpretes de la cultura contemporánea que mantienen lazos vivos con aquella concepción andina, tal el caso del profesor Mario Toro y de Ricardo Bujaldón.

Otro aspecto significativo que sin dudas le agrega valor al trabajo realizado por el ahora licenciado Torres bajo la tutoría del Dr. Delfino es el sistema de evaluación, que se realizó de manera virtual a comienzos de septiembre, mientras la provincia estaba en Fase 1 por el aislamiento obligatorio dispuesto por las autoridades sanitarias. “Fue raro el hecho de hablarle a una pantalla, uno está acostumbrado a mirar a la cara, a los ojos, a moverse… desgraciadamente es lo que nos toca vivir y había que afrontar la situación. Pero en definitiva fue una experiencia emocionante, poder volver después de tantos años y relacionar el trabajo final con mi profesión, que es la música, el mundo sonoro”.

Para su trabajo, el licenciado Torres agradeció a la Escuela de Arqueología, a la Dirección de Antropología y a los empleados y directivos del Museo Arqueológico, además del profesor Toro y Bujaldón y de todas las personas que le colaboraron.
El maestro Torres es egresado del Conservatorio Provincial de Música “Mario Zambonini”, docente del Instituto Superior de Arte Contemporáneo (ISAC) y actualmente cumple funciones en la Dirección de Cultura de la Municipalidad de la Capital.
 
Textos: Carlos Gallo
Fotos: Luis Torres
 

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