jueves 28 de marzo de 2024
SALUD

Cómo pensar y actuar en grande

Por Redacción El Ancasti

A los seres humanos se nos ha dado lo que se conoce como “libre albedrío”, que es la capacidad de elegir entre lo bueno y lo malo. Y mucho de lo que pasa en el mundo se debe a dicha capacidad. En realidad, el Creador nos dio libre albedrío, o libertad para elegir, para que podamos decidir y planificar. 


¿Cómo podemos hacer un buen uso del libre albedrío? Comparto algunas ideas al respecto:


1. Pensando en grande


Quisiera animarte, si aún no lo has hecho, a que empieces a pensar en grande en tu vida. Es decir, que decidas por cosas grandes, que sueñes cosas grandes. Tenemos la libertad de hacerlo. Grande quiere decir que los resultados que obtengamos serán: más resultados y muchos resultados. El problema de algunas personas que no logran avanzar es que se enfocan en los detalles, en lo pequeño. Es decir, en lo que alguien les dijo o les hizo, a ellos o a otros. Están absorbidos en el detalle. Pero cuando utilizamos la capacidad que tenemos de pensar en grande, vemos resultados al treinta, al sesenta y al ciento por uno. 

 

2. Armando un plan


Mucha gente tiene el deseo de prosperar y que le vaya bien en todas las áreas de la vida. Pero no cuentan con un plan, por lo cual no saben cómo van a lograrlo. A todos nos gustan las puertas abiertas, los caminos allanados y toda la ayuda que podamos recibir de otros; pero no todos tienen planes armados. Es decir, una serie de pasos a seguir para llegar al objetivo deseado. Muchos no tienen un plan porque les enseñaron mal: que no hay que hacer planes porque no sabemos qué pasará mañana. Pero nadie se va a ocupar de hacer lo que nosotros tenemos y podemos hacer. Así que, después de soñar en grande, es preciso sentarse con papel y lápiz (o el celular o la computadora) a anotar los pasos a seguir. Tal como lo hacen los exitosos que han llegado a la cima.

 

3. Enfocándonos en nuestro proyecto


Muchos se quejan de permanecer siempre en el mismo lugar pero, en lugar de estar enfocados en sus proyectos, tienen los ojos puestos en los demás. La mayor parte del tiempo, los seres humanos vivimos hablando de los demás. Muchas empresas miran siempre a la competencia para desarrollar sus productos y algunas incluso se pelean entre ellas. Pero aquellos, a nivel individual y corporativo, que mientras otros se pelean se enfocan en mejorar continuamente y crecer tarde o temprano alcanzan sus metas. Porque concentrarse en el proyecto propio nos permite decidir y accionar en función de los objetivos que tenemos. Es decir, no siguiendo nuestras emociones fluctuantes sino aquello que sabemos que es bueno para ver nuestro sueño grande cumplido.
La cultura en la que vivimos nos transmite el mensaje de que lo más importante es hacer lo que uno siente y pasarla bien. Sin embargo, las personas que dejan huella en este mundo y un legado para las futuras generaciones piensan, deciden y actúan estratégicamente haciendo un correcto uso de su libre albedrío.
 

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