jueves 28 de marzo de 2024
nota de tapa

Romper el molde

El sábado pasado se realizó un desfile diferente con el fin de concientizar sobre dos problemáticas actuales: la necesidad de una Ley de Talles y la violencia de género.

Por Redacción El Ancasti

Así como una piedrita al contacto con el agua puede generar muchas olas, una simple acción, sobre todo cuando sale del corazón, puede hacer muchísimo por las personas que más lo necesitan. Antonella Iturre y Jessica Nieto lo saben y lo intentan; en su intento tienen éxito. De esta manera, vencen prejuicios, miedos y corren vendan. 


Las amigas se conocen desde hace ya algunos años. Antonella trabaja en la administración pública; es socia colaboradora e intérprete de la Asociación Catamarqueña de Sordos y desfiló en Miss Curvy, en la provincia de Tucumán.


Jessica es estudiante de Abogacía y bibliotecaria en la Escuela Nº 196 “Gobernador Crisanto Gómez”. Lo más importante para ella: es la mamá de Feliciano.


El sábado pasado cumplieron una meta. En el Club Social se realizó el desfile “Amo mi cuerpo”. Se trató de una propuesta diferente porque por un lado desfilaron modelos de talles grandes y, por el otro, el dinero recaudado fue destinado a la Casa Warmi, una institución que alberga a mujeres víctimas de violencia de género. La fecha tampoco fue casualidad, dado que el próximo 25 de noviembre se conmemora el Día Internación de la Erradicación de la Violencia contra la Mujer.


En una charla con Revista Express, las amigas contaron que la iniciativa era para organizar un evento solidario y diferente. “Por este motivo surge realizar un desfile de talles reales. Debido a que el 25 de Noviembre es el Día de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer se nos ocurrió la idea de un desfile para revalorizar a la Mujer y sus curvas”, indicaron.


Tras la concreción de esta idea y después de haber pasado por todo un proceso de planificación y logística, las chicas advirtieron que fue un gran desafío el que emprendieron. “Con sacrificio, tiempo y la colaboración de la sociedad catamarqueña con su espíritu solidario lo pudimos lograr”, expresaron.


Sobre las temáticas que se abordaron en el evento, Antonella consideró que la belleza no es una talla ni un tipo de cuerpo y, por ello, hay poner punto final a los estereotipos actuales y recalcar que las mujeres con curvas también puede sentirse bonitas y vestirse a la moda. “La chica plus size no se puede vestir como la más delgada… ¡Es una mentira! Derribamos todos los mitos, por qué una ‘curvis’ no se podía poner un short o un jean todo roto, o pantalones blancos o bikinis. No podemos vivir estructurados con la tendencia de la moda que dijo tal diseñador, 'basta de querer encajar en las tendencias, la felicidad no está ahí'”, sostuvo. Antonella destacó que no se debe prejuzgar y que llevar una talla más “no quiere decir que no nos cuidemos”. Además, indicó que no solo se valora la belleza, también la forma de ser y de expresar.

 

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Por el otro lado, enfatizó que la discriminación de las mujeres y la violencia de género es un problema que traspasa fronteras. “Somos diferentes y nuestros cuerpos graban nuestra historia personal. Al conmemorar este 25 de noviembre decidimos realizar esta propuesta integradora e inclusiva con dos objetivos diferentes”, insistieron.


El desfile se sumó a las actividades que pretenden que las barreras empiecen a caerse, a fin de allanar el camino a nuevas miradas. “Surgen otras perspectivas, romper los moldes, crear sus propias reglas de estilo e incluir la diversidad de tallas como nuevo estándar”, reconoció Jessica.


La experiencia tuvo repercusión positiva y la gente tuvo empatía e interés. “Ha despertado al grupo de consumidoras de una ropa que encaje a sus medidas y favorezca sus atributos. No estamos hablando de que esté bien o mal el tener grandes curvas pero sí debemos darnos cuenta de que es una realidad actual, y debemos saber adecuarnos. Las mujeres ‘curvys’ hemos dejado de sentir inseguridad por nuestros cuerpos, y empezamos a mostrarlo sin miedo a ser juzgadas”, aseguró Antonella.
La propuesta de las amigas fue muy bien receptada tanto para Estado como para los ciudadanos. El salón estuvo a lleno y hubo una gran cantidad de auspiciantes que se sumaron. El desfile fue declarado de interés por la Municipalidad de la Capital y en la Cámara de Diputados. “Hay un gran interés y apoyo de los ciudadanos sobre este temática”, comentaron.


Luego del éxito, las amigas quieren continuar con estos eventos cada año, para concientizar. “Siempre hemos realizado acciones solidarias para aquellos que lo necesitan, gracias al amor y al objetivo solidario que nos inculcaron nuestros padres. Queremos dejar los estereotipos a un lado y que las mujeres plus size comiencen a ser tomadas en cuenta, ante el segmento del mercado y que se respete la Ley de Talles. El lema ‘Amo mi cuerpo’ se debe porque lo cuido, lo siento bello, lo acepto como es y no porque sea perfecto, sino porque es mío. Es quien contiene todo mi ser”, expresaron.


Dos ejes


Catamarca no cuenta con una Ley de Talles. Desde 2013, se presentaron dos proyectos en la Legislatura. Uno fue impulsado por el diputado mandato cumplido Luis Andraca, en 2013, y otro fue presentado en noviembre de 2016 por la legisladora de la Cámara baja Macarena Herrera. 


En tanto que el 25 de noviembre se conmemora el Día de la Erradicación de la Violencia contra la Mujer en memoria de las hermanas Patricia, Minerva y María Teresa Mirabal. Se habían rebelado contra el régimen dictatorial de Rafael Trujillo en Repúplica Dominicana y el 25 de noviembre de 1960 fueron brutalmente asesinadas 


En reconocimiento a la valentía de dichas mujeres y en la defensa de los Derechos Humanos, la Asamblea General de las Naciones Unidas designó esta fecha como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. En 1993, la ONU aprobó la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Allí se definió esta problemática como “todo acto de violencia basado en el género que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas, la coerción o la prohibición arbitraria de la libertad, ya sea que ocurra en la vida pública o en la vida privada”. La Asamblea reconoció además que era necesario “un compromiso de todos los Estados y de la comunidad internacional en general” para eliminar estos tipos violencia.
 

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