miércoles 27 de marzo de 2024
SALUD

La importancia de “editar” lo que decimos

Por Redacción El Ancasti

El material que se graba para un programa de televisión suele ser editado antes de salir al aire. En dicho proceso de edición, se recortan o suprimen las partes de la filmación que no resultan útiles o no aportan nada significativo. Luego se le agrega la narración de la historia que se desea compartir y una música de fondo que acompaña las imágenes.


A la hora de comunicarnos con los demás, debería ocurrir lo mismo. Necesitamos editar lo que decimos, lo cual es un signo de madurez. Cada vez que entablamos una comunicación con nuestra pareja, nuestros hijos, nuestros compañeros de trabajo, nuestros amigos, y aun con extraños, deberíamos editar todo aquello que no suma a la relación, que no colabora a que logremos expresarnos claramente.


Si bien no existen reglas, porque cada caso es distinto, es uno mismo quien tiene que evaluar y considerar qué se debería editar y qué no. Veamos algunas de las cosas que conviene editar:


A - Aquello que sé. Cuentan que había tres condenados a muerte en la guillotina. El primer hombre colocó la cabeza y el aparato no funcionó, de modo que salvó su vida. Al siguiente le sucedió lo mismo y también se salvó de morir. Cuando el tercer condenado pasó al frente, exclamó: “No hay problema… ¡yo sé dónde se encuentra la falla!”. 


B - La ocasión. A veces hay ciertas cosas que no se deben decir porque no es el momento oportuno. Si no las editamos, seguramente quedaremos como desubicados y, tal vez, lastimaremos a alguien. Por ejemplo, en medio de una enfermedad grave en el hospital o de un velatorio, sería una locura que alguien se presentara a reclamar lo que esa persona le debe. 


C - Cómo digo lo que digo. Nuestras palabras tienen la misma importancia que la forma en que las decimos. 


Comparto algunos consejos a la hora de comunicarnos para lograr editar eficazmente: 
Aplicar la metacomunicación. Se trata de la comunicación secundaria con respecto a lo que uno entiende o interpreta. Cuando te digan algo y no estés seguro de su significado, respondé: “¿Vos me querés decir tal y tal cosa?”. Así nos evitaríamos muchos malentendidos. 


Afirmar menos y preguntar más. Mucha gente tiene la costumbre de leer la mente del otro, es decir, de adivinar lo que el otro quiere decir… y se equivoca. Empleemos más preguntas, en lugar de afirmaciones que condenen a nuestro interlocutor. 


Recordar que nos comunicamos tanto verbal como no verbalmente. Prestemos atención no solamente al lenguaje verbal sino además al lenguaje no verbal, que incluye el tono que utilizamos, los silencios que hacemos y el lenguaje de nuestro cuerpo. 


Construyamos siempre un puente, una conexión con los demás. Con cualquier persona, podemos buscar aquellas cosas que tenemos en común. Esto es fundamental para una buena comunicación porque nos une.


Para concluir, quien desarrolla el hábito de editar lo que dice, aplicando estas y otras técnicas similares, sin duda mejora su relación con los demás y, sobre todo, no camina por la vida dañando al otro innecesariamente con sus palabras.
 

Seguí leyendo

Te Puede Interesar