La alianza con la que el intendente Raúl Barot llegó a la intendencia, se desintegró a los pocos meses.
Un escenario complicado tendrá el intendente de Los Altos, Raúl Barot, para el próximo año cuando se ponga en juego la intendencia ya que junto al municipio de Mutquín deberían elegir intendente. El jefe comunal no logró sostener la alianza con sus socios y ahora enfrenta dos amenazas: un posible armado del propio Rafael Olveira para competir por el municipio y la vuelta como candidato del exconcejal Carlos 'Kikí' Olveira, que ya anticipó que podría presentarse por el Partido Libertario.
El municipio de Los Altos se creó en 2001 durante la gestión del exgobernador Oscar Castillo. Durante 20 años el municipio estuvo gobernado por la familia Olveira. Primero, fue Ricardo Olveira quien tuvo dos períodos (2001-2009) y luego su hermano Rafael Olveira, que primero fue un intendente por el FCS, pero cuando Lucía Corpacci asumió en la gobernación aceitó su vínculo con el oficialismo y luego lo consolidó con el gobernador Raúl Jalil.
En 2021, Barot era senador por Santa Rosa y decide ser candidato a intendente. Para ello, integró la alianza “Unidos por Santa Rosa” con la intención de llegar a la Municipalidad. El Gobierno, por su parte, apostaba sus fichas a la reelección de Rafael Olveira, pero dejó correr la alianza variopinta que formó Barot, quien tenía la bendición de Lucía Corpacci.
En efecto, esa alianza multisectorial estuvo integrada por sectores del radicalismo y dirigentes del peronismo opositor a Rafael Olveira, quien ya tenía varias denuncias por irregularidades en la gestión. El radicalismo, por su parte, dejó que sus afiliados jueguen esa estrategia y no presentan candidato.
Uno de los armadores de UxSR fue Carlos “Kikí” Olveira, en ese entonces, dirigente del radicalismo, primo de Rafael y con quien estaba distanciado por problemas económicos y familiares.
Unidos por Santa Rosa gana la intendencia, pero a los pocos meses de andar ese acuerdo se rompe. Carlos “Kikí” Olveira arma su trinchera en el Concejo Deliberante. Según declaró el propio Kikí, el conflicto fue porque Barot se negó a denunciar al exintendente por las irregularidades cometidas en la gestión cuando ese había sido su compromiso al conformar la alianza. Mientras tanto el jefe comunal pretendía mantenerse prescindente de los conflictos que tenía el Concejo Deliberante. En algún momento deslizó que los Olveira tenían un problema familiar y bregó para recuperar la institucionalidad.
Sin embargo, toda la gestión de Barot se caracterizó por el fuerte enfrentamiento con el Concejo Deliberante. En septiembre del año pasado, el Gobierno intervino en la situación y logró expulsar a Carlos Olveira del CD.
El Gobierno saca a Olveira del medio y arma un nuevo Concejo Deliberante que debía responderle al intendente, pero la calma duró poco porque el escenario volvió a cambiar con el resultado de las elecciones 2023. Por la misma interna oficialista, Olveira vuelve al Concejo Deliberante el 17 de enero y a partir de allí se integran dos Concejos. El último fallo de la Corte de Justicia que declaró nula la incorporación de Olveira abre un nuevo frente de conflicto ya que el exconcejal anticipó que podría ser candidato por el Partido Libertario y constituye una amenaza la reelección de Barot. Además, el exintendente Rafael Olveira también tiene respaldo oficialista para intentar recuperar la intendencia.
Por otra parte, el oficialismo librará en los próximos días otra nueva disputa interna. Según el fallo de la Corte, al declararse nula la sesión del 17 de enero, también caería la presidencia de Eliana Moreyra ya que resultó electa ese mismo día y le correspondería ese cargo al concejal Rodrigo Reynoso, quien inició el reclamo judicial. Según trascendió, Moreira pretendería continuar en el cargo.
