El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se quebró en llanto al celebrar la noticia de que, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Brasil logró salir nuevamente del Mapa del Hambre.
"Me quedaba en silencio, con vergüenza de admitir que estaba con hambre", recordó el presidente, quebrado. La FAO confirmó que el país logró el objetivo.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se quebró en llanto al celebrar la noticia de que, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Brasil logró salir nuevamente del Mapa del Hambre.
Según supo Noticias Argentinas, durante un acto en el Palacio de Planalto, el mandatario se emocionó visiblemente al recordar episodios de su infancia y juventud. "Era muy joven en la fábrica y siempre los compañeros me ofrecían algo para comer. Yo decía que no tenía hambre, pero por dentro imaginaba morder aquel sándwich. Me quedaba en silencio, con vergüenza de admitir que estaba con hambre, y volvía a trabajar", relató con la voz entrecortada.
Lula destacó que esa experiencia personal marcó su vida y es la razón por la cual el combate contra el hambre es una prioridad para su gobierno. "Es fácil dar un discurso, pero cuidar del pobre de verdad se hace con el corazón. El hambre no duele, te va corroyendo por dentro", afirmó. El ministro de Desarrollo Social, Wellington Dias, recordó que esta es la segunda vez que Brasil sale de esta categoría bajo un gobierno de Lula. La primera fue en 2014, pero el país había retrocedido a partir de 2018 por los cambios en las políticas sociales.
Según la FAO, Brasil logró el objetivo antes de lo previsto, ya que la meta inicial era 2026. El indicador que mide a la población en riesgo de subnutrición cayó por debajo del 2,5%. En los dos primeros años de la actual gestión, cerca de 24 millones de personas dejaron de estar en situación de hambre severa en el país, según datos oficiales.