sábado 22 de noviembre de 2025
Fricción en la cumbre sudafricana

En línea con EE.UU., Argentina no acompañó la declaración final del G20 en Johannesburgo

El Gobierno objetó que el documento del G20 se aprobó sin consenso y cuestionó su enfoque sobre Medio Oriente. Fue la única voz disidente.

En sintonía con la posición de Estados Unidos, el Gobierno argentino decidió no respaldar el documento final distribuido en la Cumbre de Líderes del G20 en Johannesburgo. La Cancillería comunicó su desacuerdo al considerar que la declaración fue dada por aprobada “sin el consenso de todos los miembros”. Según remarcaron, el consenso es un principio que sostiene la legitimidad del foro y su misión de coordinar políticas para la estabilidad financiera y el crecimiento económico.

Desde el Palacio San Martín también señalaron que varios días de negociaciones concluyeron sin el acompañamiento de la Argentina ni de otros Estados que elevaron una objeción tanto el procedimiento como el contenido del texto. La decisión de avanzar sin unanimidad quebró la regla histórica del G20 y dejó en evidencia un clima de tensiones geopolíticas dentro del grupo.

La declaración del G20 sobre Medio Oriente

El segundo punto de fricción fue el abordaje del conflicto en Medio Oriente. Según la postura oficial, el documento adoptó un tratamiento “parcial” que dejó de lado el contexto regional y las causas estructurales del enfrentamiento, factores que Argentina considera esenciales para encaminar un proceso de paz “genuino, sostenible y equilibrado”.

De esta forma, la cumbre concluye por primera vez en su historia sin una declaración consensuada entre todos sus integrantes. El gesto argentino replica la línea de la Casa Blanca, que también rechazó el borrador, especialmente sus referencias al cambio climático y la agenda vinculada a la transición energética de los países en desarrollo. La ausencia del presidente Javier Milei en Sudáfrica también se alineó con la decisión previa de Donald Trump de no asistir.

Con una edición deslucida por la ausencia de siete jefes de Estado, la delegación argentina quedó encabezada por el canciller Pablo Quirno, quien expuso ante el plenario. Allí sostuvo que valores como solidaridad, igualdad y sostenibilidad dependen de un marco internacional con reglas claras, disciplina fiscal y respeto a la propiedad privada. También reiteró las “líneas rojas” que había marcado el país durante la negociación.

Única voz disonante

La intervención de Quirno fue la única voz disonante presente en el foro, ya que Estados Unidos prefirió no enviar representación. Tras su discurso, el subsecretario de Estado estadounidense, Christopher Landau, lo felicitó públicamente por “defender los principios que permiten que la prosperidad y la dignidad humana florezcan”.

La postura argentina refuerza su alineamiento con Washington en un contexto donde Trump había denunciado que los afrikáners están siendo “asesinados” y despojados de sus tierras, declaraciones que generaron un fuerte cruce con Pretoria. Milei no replicó esos argumentos, aunque sí acompañó la posición política de no firmar.

Desde la presidencia sudafricana expresaron sorpresa. El vocero Vincent Magwenya recordó que el sherpa argentino, Federico Pinedo, participó activamente en las reuniones preparatorias y que su negativa final resultó inesperada para el resto de los delegados. Según explicó, los negociadores ya habían alcanzado un acuerdo que solo esperaba la ratificación de los líderes.

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