El Gobierno rechazó el pedido de paritarias de la CGT
El pedido de negociaciones fue realizado por la Confederación luego de que el INDEC compartiera los datos del mes de marzo.
En medio de un clima caldeado, luego del último paro general y la manifestación convocada para el 30 de abril, el Gobierno rechazó el pedido de paritarias propuesto por la ConfederaciónGeneral del Trabajo (CGT). Según el oficialismo la negativa tiene que ver con la idea de que hace más de diez meses los salarios están por encima del IPC. Por su parte, la CGT rechaza esta idea y reclama por paritarias acordes a los últimos datos brindados por el INDEC en los que se estableció en un 3,7% la inflación de marzo.
De hecho, en contraposición con la postura del Gobierno, un informe publicado por la CTA Autónoma afirma que las paritarias perdieron hasta casi un 7% con respecto a la suba de los precios durante el primer trimestre del año.
Por este motivo, durante la mañana de hoy, el co-secretario general de la Confederación, Octavio Arguello, presionó para la reapertura de las negociaciones: “La inflación se ha ido a 3.7%, y el Gobierno sigue insistiendo en firmas paritarias por debajo del 1%. Vamos a pedir revisión de paritarias porque no se sostiene la situación”.
Sin embargo, el oficialismo se mantiene inalterable ante estas presiones y las amenazas por nuevas medidas de fuerzas de parte de los gremios.
El cierre de las paritarias es manejado por la Secretaría de Trabajo, comandada por Julio Cordero, que, desde hace un tiempo, cumple a rajatabla las órdenes del ministro de Economía, Luis Caputo. En búsqueda de mantener el equilibrio fiscal, según el propio Caputo, él definió de forma unilateral no permitir el aumento de ninguna paritaria por encima de la inflación. Ese esquema puso en alerta a las cabezas sindicales, que no pueden dar respuestas acordes a sus afiliados ante los reclamos de mejoras salariales que se arrastran desde la devaluación de diciembre de 2023.
A pesar de la postura aparentemente innegociable del Gobierno, todavía queda una cuestión que podría abrir el canal de diálogo con la Confederación: el tratamiento de la reforma laboral. Ya en otras oportunidades el oficialismo intentó hacer modificaciones en la Ley de Contrato de Trabajo (20.744).
En este sentido, el último acercamiento entre ambos bandos se dio en diciembre, cuando desde el oficialismo presionaban para avanzar en la limitación del concepto de “irrenunciabilidad” y poner fin a la ultra actividad de los convenios. En aquella ocasión el encuentro fue cancelado debido a tensiones no resueltas.
Sin embargo, los constantes ataques del oficialismo hacia la CGT y la propia figura de los sindicalistas, sumado a las medidas de fuerza, dificultan cada vez más la existencia de un diálogo fluido.