Raúl Jalil encabezó el acto junto a autoridades de ARCAT. Destacaron el valor jurídico y social de acceder al título de propiedad. Ya se otorgaron 1.600 escrituras.
El gobernador de la provincia, Raúl Jalil, acompañado por el Director Ejecutivo de ARCAT, Ing. Pedro Monferrán, encabezó ayer la entrega de 105 escrituras a familias de barrios de la ciudad Capital y del interior provincial, en el marco de las políticas de regularización dominial que impulsa el Gobierno.
Las escrituras fueron otorgadas a vecinos de los barrios 120 Viviendas Norte, Santa Marta y Calera del Sauce, además de beneficiarios que accedieron al título de propiedad a través de la Ley Pierri, provenientes de las localidades de Valle Viejo, Paclín, Santa Rosa, Ancasti y El Alto.
Durante el acto, en el que participó la Escribana General de Gobierno, Maria Belén Saadi Brizuela, Jalil destacó el valor social y jurídico de la escritura pública y el trabajo articulado entre las distintas áreas del Estado. “La escritura tiene un valor muy importante porque permite tener una propiedad sin conflictos y con plena seguridad jurídica”, expresó.
Monferrán destacó que el sistema implementado permite llegar a toda la provincia. “Ya llevamos alrededor de 1.600 escrituras entregadas, lo que representa un avance muy importante en el ordenamiento del tráfico inmobiliario provincial” y resaltó que “pensar la vivienda como política de Estado fortalece el tejido social y genera tranquilidad para las próximas generaciones”.
La Esc. Saadi puso en valor el compromiso de los vecnos. “Esto es posible gracias a la paciencia y al trabajo de cada familia, que aportó la documentación necesaria para cumplir el sueño de tener el título de propiedad. No es un simple trámite: es la garantía de poder defender su vivienda y de dejar la situación regularizada para sus hijos”, señaló.
Alan, beneficiario de la Ley Pierri de El Alto, sostuvo: “Hoy podemos pensar en el futuro sin preocupaciones”. María, vecina del barrio 120 Viviendas Norte, expresó: “Tener la escritura en la mano es una tranquilidad enorme, porque sabemos que la casa es nuestra y queda para nuestros hijos.
