viernes 5 de diciembre de 2025
Crisis del consumo

Dueña de Oreo, Terrabusi y Milka paraliza planta en Pacheco y hay miles de suspendidos

Los representantes de los trabajadores admiten que la situación es aún peor que la crisis que se registró en el 2001.

En un contexto de merma pronunciada en las ventas de alimentos y otros productos, con supermercados y comercios en general acumulando seis meses consecutivos a la baja según la última medición del INDEC, continúa complicándose el presente de las compañías alimenticias. Al momento crítico que atraviesan empresas como Lácteos Verónica, Georgalos y Tía Maruca, por mencionar algunas, ahora la dueña de marcas emblemáticas como Terrabusi, Milka y Oreo, aplicó un freno en su producción con vistas a acumular fuerza financiera y productiva.

En concreto, el gigante Mondelez estableció un parate en su planta en Pacheco que, en principio, se extenderá por 21 días. La medida implicará la suspensión de más de 2.300 empleados. En torno a la firma señalan que la decisión responde a que la alimenticia llega a esta instancia de diciembre con un sobrestock pronunciado y una fuerte caída en la demanda de sus productos.

"Los mayoristas están stockeados y otros no compran. Tenemos el depósito lleno, entonces no amerita producir", indicaron representantes de los empleados de la compañía, al momento de exponer la situación que padece la alimenticia. "Las ventas acumulan una caída de 13.000 toneladas en lo que va del año", añadieron.

En línea con eso, Jorge Penayo, delegado en Mondelez, afirmó que "la empresa tenía distintos escenarios según las elecciones. Si ganaba el Gobierno con margen entendían que tal vez la producción podía llegar a mantenerse y empezar a elevarse. Lamentablemente, lo que ellos dicen es que eso no sucedió, porque la producción venía en caída desde este año".

"De las 72.000 que se propusieron para este año de producción, cayó 13.000 toneladas, a pesar de que incorporaron nuevos productos para ver si podía salvar algunos kilos de esos que estaban perdiendo, pero no sucedió", amplió.

Penayo dijo que, a diferencia de las suspensiones aplicadas en otros momentos de crisis, el proceso actual es diferente por su extensión. "En 2001 nos licenciaron por fuerza mayor, por los saqueos y el caos que había afuera de la fábrica. Ahí nos licenciaron una semana a todos. Ahora es otra situación, es por el consumo. Las marcas que produce la empresa son las que consume la clase media", afirmó.

Ventas en caída libre

La decisión de Mondelez ocurre en un momento de derrumbe de las ventas en los comercios en general. La caída sostenida del poder adquisitivo, combinado con la incertidumbre respecto de qué ocurrirá con los empleos y los salarios en los próximos meses, siguen haciendo mella en algunos de los nichos más visibles de la economía nacional. Lo difícil del contexto viene impactando de lleno tanto en el negocio de las alimenticias como en algunas de las principales cadenas de supermercados, retailers y mayoristas con presencia en la Argentina.

La merma en las ventas, que sólo en el nicho de los autoservicios acumula seis meses consecutivos a la baja, y la aceleración de los costos operativos disparó un abanico de tendencias que suman casos semanas tras semanas: la aplicación de suspensiones, el cierre de plantas productivas, la conflictividad laboral y la reducción de la presencia comercial con el fin de concentrar esfuerzos financieros para sortear este mal momento.

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