El titular de la empresa que construyó el Estadio Bicentenario, Benjamín Capdevila, descartó la utilización de "materiales de baja calidad”, al igual que "basura y escombros” en la edificación, como especifica el informe elaborado por la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) sobre las supuestas falencias técnicas de la mega obra. El empresariotildó al informe de "inconsistente, tendencioso” y con "errores técnicos”.
Capdevila señaló que la obra se realizó con la supervisión de su equipo de ingenieros y técnicos y con un control de la Provincia, donde también existían profesionales con "mucho conocimiento” que, después de elegirse las canteras y supervisarse los trabajos, se incorporaron a la obra.
"Con un sentido sarcástico buscan desprestigiar a la empresa. Hasta se sostuvo que contenía basura y escombros, cuando eso es inconcebible en una obra que está controlada; y tampoco nos atreveríamos a semejante barbaridad. Muchos piensan que de esa forma se consigue alguna ventaja económica. El material del que se disponía alrededor del estadio era mucho más barato que ir a buscar basura, así que descarto completamente ese punto", aseveró Capdevila en declaraciones a Radio Ancasti.
Explicó además que la construcción de un estadio sobre un terraplén podría traer algún tipo de dificultades, sobre todo cuando en un proyecto los taludes de los terraplenes superan los 30 grados, que es lo aconsejable. "Como consecuencia de ello, más una modificación de obra que se hizo porque Bomberos necesitaba una salida más grande, por lo que se tuvo que romper el talud, se produjeron desestabilizaciones”, acotó Capdevila.
Recordó que el Estado dictó un decreto en el que decía que se hacía cargo de la obra en el estado en que se encontraba. "Desde ese momento vimos una intencionalidad en eso de hacerse cargo de la obra en el estado que se encontraba. Y en definitiva, se hicieron cargo de la obra, pero no hicieron absolutamente nada y solo se produjo el abandono", concluyó Capdevila.
