Según se conoció en un primer extracto del informe llevado a cabo por los profesionales del Laboratorio de Suelos del Departamento de Construcciones y Obras Civiles de la Universidad de Tucumán, el suelo no sería la causa de los problemas estructurales del Estadio Bicentenario, sino el tipo de materiales que se utilizaron para la cimentación. Se habla de "materiales inadecuados" y de "mezclas mal graduadas", con lo que se responsabilizaría a la firma Capdevila Empresa Constructora, que fue la encargada de la obra. El Gobierno está a la espera de las conclusiones oficiales, en las que se expresarán propuestas de reparación y posibles costos de esa obra.
El extracto forma parte de un informe preliminar remitido por la UNT, a partir de la información recabada en los trabajos de campo y los ensayos de laboratorio. Allí, los profesionales consideraron que el suelo "es apto para recibir las cargas de cimentación de estructuras de la envergadura de un estadio"; pero señala que "el material de construcción de los terraplenes consiste en una mezcla mal graduada de arena con algo de limo no plástico, grava y guijarros angulosos en estado suelto", a lo que agregan que el contenido de humedad "aumenta en profundidad".
"Se trata de un material inadecuado para la construcción de rellenos compactados. Se observan allí trozos de ladrillos y restos aislados de basura", señala el extracto.
El informe completo, en el que se adjuntan fotografías y otros documentos elaborados por la UNT, estará en manos del Gobierno en aproximadamente un mes.
Es que, según pudo conocer El Ancasti, se aguarda que los profesionales tucumanos eleven una conclusión final, en la que habría una propuesta de reparación para los daños del Estadio Bicentenario, potenciales costos y tiempo de obra. De todas maneras, este informe preliminar en el que se hace referencia técnica a las características geológicas del suelo, ya está en manos del Ministerio de Obras Públicas.
El martes, tras un recorrido por las instalaciones del Estadio, la diputada Verónica Rodríguez acusó al Gobierno de "hacer un uso político del estadio", al sostener que el Ejecutivo "tuvo las herramientas para exigirle a la empresa constructora de la obra, Capdevila Construcciones, que se haga cargo de las fallas estructurales, pero que no lo hizo". En ese sentido, sostuvo que la "desidia" por parte del Gobierno roza el delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público y que por tal situación analiza presentar una denuncia penal.
