"Deberíamos tener nuestra propia mirada, no comprar los 'enlatados' de las grandes ciudades", indicó el juez.
El juez del Juzgado Penal Juvenil Fabricio Gershani Quesada, analizó el proyecto de ley que pretende bajar la edad de la punibilidad de 16 a 13 años. En una entrevista con El Ancasti, indicó que nadie sabe explicar de qué manera esta iniciativa bajaría los niveles de las estadísticas delictivas, y que no es la misma realidad la de las grandes ciudades con las provincias. “No podemos comprar enlatados que después no funcionan porque no hay recursos para aplicar”, dijo.
El último viernes la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, confirmaron el envío de un proyecto de ley al Congreso para bajar la edad de imputabilidad desde los 16 a los 13 años.
Técnicamente, se llama “Régimen Penal Juvenil”. Indica cuál es la pena de imputabilidad y establece una serie de medidas de ordenamiento del Código Penal de acuerdo al delito cometido.
“Debería ser analizado, para no tener una mirada desde las grandes ciudades con sobre una comunidad que tiene otra forma de ser, otras estructuras y cotidianidad”, diferenció el magistrado.
Fue contundente al afirmar que desde que está en el cargo, hace 13 años, la participación delictual de menores no punibles fue nula.
“En nuestra provincia ejerzo el cargo desde el 2011 y no me ha tocado nunca un caso donde sea autora de un delito contra la vida, que es lo que más nos preocupa a todos, de una persona menor de 16 años”.
Dijo que “no es adaptable a nuestra realidad” y también realizó la pregunta retórica “de qué manera influiría en un menor de 13 años un encarcelamiento”.
Señaló que el problema de la baja de la edad de punibilidad tiene dos aspectos: “Uno legal, la mayoría de los expertos en la materia sostienen que constitucionalmente esto no se puede por el principio de no regresión, y luego viene una aplicación práctica, que no está ligado a mi función, sino a mi rol de ciudadano, porque no terminan de explicarme cómo va a solucionar el problema de la inseguridad bajar la punibilidad”, sostuvo.
Analizó que “nuestro sistema carcelario de momento no ha logrado demostrar enfáticamente que una persona sale mejor de lo que entra” por lo que “un adolescente que entre bajo una privación de libertad no está distinto a la situación de un adulto”.
“Encarcelar jóvenes de 13, 14, o 15 años por una pena de 6 o 7 años no es correcto. Va a tener 20 y va a salir, y no creo que salga mejor”, especuló el juez.
“O sea estoy hipotecando esta situación, y de ultima transfiriendo un problema a la generación que viene. El día de mañana en vez de encontrarse con un adolescente infractor de 14 se va a encontrar con un delincuente consagrado de 21, con experiencia de mayores, no entiendo cómo sería”.
