La desaparición del gendarme catamarqueño Nahuel Agustín Gallo en Venezuela, expuso una vez más el régimen de Nicolás Maduro en las portadas de los medios internacionales y nacionales.
La desaparición del gendarme catamarqueño Nahuel Agustín Gallo en Venezuela, expuso una vez más el régimen de Nicolás Maduro en las portadas de los medios internacionales y nacionales.
Ayer a la tarde su familia radicó la denuncia y poco después la repercusión fue a nivel internacional principalmente, porque el régimen acusó a Gallo de realizar tareas de espionaje. "Un gendarme argentino cruzó a Venezuela a visitar a su mujer e hija y fue detenido por el régimen chavista. Exigimos la inmediata liberación de este ciudadano argentino. Maduro, cada minuto que lo retengas va a ser un paso más hacia tu propio fin", acusó la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich.
Desde Cancillería Argentina, al cierre de esta edición condenaban "con la máxima firmeza la detención arbitraria e injustificada de un empleado local de la representación diplomática argentina en la República Bolivariana de Venezuela por parte del régimen de Nicolás Maduro".
"Esta acción constituye una violación flagrante e inaceptable de las normas internacionales que garantizan la inviolabilidad de las sedes diplomáticas y la protección de su personal, incluidos aquellos que desempeñan funciones esenciales. Esta detención no es un hecho aislado, sino parte de una campaña sostenida de hostigamiento, intimidación y violencia psicológica contra los asilados y empleados de la misión argentina. A ello se suma la presencia de francotiradores apostados frente a la sede y la ocupación ilegal de las viviendas vecinas, configurando un cerco de facto con el claro objetivo de ejercer presión y generar un clima de terror sobre quienes se encuentran en el interior de la representación diplomática".
Sin hacer mención del cabo de Gendarmería Nacional, acusado de espionaje por Maduro. Se supo que actualmente no hay gendarmes argentinos cumpliendo tareas en Venezuela. En marzo pasado, el gobierno había evaluado la posibilidad de enviar un contingente de ocho integrantes de esa fuerza para custodiar la embajada argentina en Caracas. Sin embargo, ante la advertencia de Maduro de que no los dejaría entrar al país, el operativo fue suspendido.
Sí hay una delegación argentina en la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, que se ocupa de monitorear la reincorporación de la FARC a la vida civil y a garantizar el Acuerdo de Paz en las comunidades afectadas por el conflicto.
María Gómez, pareja del gendarme, comentó desde Venezuela: “El domingo a las 10:57 de la mañana me llamó por última vez desde el teléfono de un chofer (de taxi). Me dijo que lo llevaban a una segunda entrevista tras revisar arbitrariamente su celular. Nunca volvió a comunicarse conmigo”.
Según ella, agentes del régimen dictatorial venezolano encontraron mensajes en el teléfono de Nahuel, que pudieron interpretarse como críticas al régimen chavista.
“En esos mensajes yo le contaba sobre la situación política en el país, sobre cómo vivimos bajo una dictadura. Jamás imaginamos que eso podría usarse en su contra”, advirtió.
Ella había viajado una semana antes a Venezuela donde esperaría a su esposo y junto a su bebé, los tres regresarían a Argentina después de las fiestas de fin de año.
“Lo tratan como si fuera un espía, alguien que viene a conspirar contra el gobierno. Pero eso es una locura. Él vino a abrazar a su hijo, a pasar tiempo con nosotros”, sostuvo Gómez. “Nos dicen que tengamos paciencia, que es un proceso, pero para nosotros esto es desesperante. No sabemos si lo están torturando o si está bien. Solo queremos que lo liberen”, expresó.