miércoles 17 de diciembre de 2025
En Uruguay

Condenaron al enfermero que vendía fentanilo y psicofármacos robados del hospital

El acusado fue sentenciado a 5 años de prisión, se le impuso una multa por más de $5 millones y una inhabitación especial perpetua.

El enfermero de terapia intensiva del Hospital Justo José de Urquiza de Concepción del Uruguay fue condenado por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de dicha ciudad tras ser hallado culpable de vender fentanilo y psicofármacos robados. Julio Santiago Santillán fue condenado a 5 años de prisión, se le impuso una multa por más de $5 millones y una inhabitación especial perpetua luego de que la jueza Mariela Emilce Rojas lo considere autor penalmente responsable de cinco delitos: comercio de estupefacientes en concurso ideal con tenencia de estupefacientes con fines de comercialización, en concurso real con peculado, incumplimiento de los deberes de funcionario público y venta sin autorización de medicamentos que requieren receta para su comercialización.

El fallo se dio en el marco de un acuerdo de juicio abreviado, impulsado por la fiscal federal Josefina Minatta, donde el imputado reconoció los hechos, su autoría y manifestó su conformidad con la calificación y la pena.

En su declaración indagatoria Santillán también confesó que, “por cuestiones económicas”, tomó la decisión de retirar una ampolla de fentanilo en cada guardia que hacía en el hospital y que, cuando llegó a tener stock -las guardaba en el ante baño del ingreso a la Unidad de Terapia Intensiva-, empezó a venderlas.

“Se pudo corroborar que adquiriría las sustancias por medio de contactos en el interior del Hospital J.J. Urquiza de esta ciudad de Concepción del Uruguay, y posteriormente las comercializaba”, señala la sentencia dada a conocer por el portal Fiscales y a la que pudo acceder la Agencia Noticias Argentinas.

En la investigación se constató que el enfermero, entre febrero y marzo de este año, llevaba a cabo la actividad criminal y que comercializaba el fentanilo y los psicofármacos en grupos de la aplicación Telegram.

En el caso también se encontraba acusado el hermano del enfermero, pero a comienzos de noviembre pasado fue sobreseído y quedó desvinculado de la causa.

El caso

La causa inició en febrero luego de una denuncia telefónica por parte de una persona de identidad reservada en la que señalaba que “un enfermero vendía a través de la plataforma distintas drogas sustraídas del centro médico donde trabajaba”.

Ante la evidencia, la fiscal Minatta solicitó introducir en la investigación a un “agente revelador” que se infiltró en los grupos de Telegram donde el enfermero ofrecía las drogas. Eso permitió que la Policía Federal pueda documentar los distintos diálogos que el principal imputado mantenía con sus potenciales clientes.

“El 11 de marzo pasado, el policía encubierto pactó una primera compra controlada donde el enfermero llegó en bicicleta y le entregó cuatro ampollas de fentanilo a cambio de $55.000, lo que fue documentado fotográficamente por agentes de la PFA”, detalla el escrito del MPF.

Con las pruebas recolectadas durante la pesquisa, el 20 de marzo último se realizó de la misma manera otra compra controlada que culminó con la detención del enfermero que llegó en una moto y a quien se le secuestraron 34 ampollas de fentanilo y nueve blísteres de pastillas: ocho de lorazepam y otro de carbamazepina.

“Luego se hicieron cuatro allanamientos. En la casa del militar se secuestraron 24 ampollas de fentanilo dentro de un táper y otras dos en un morral donde también había blísteres de carmabazepina y risperidona. En el hospital, se corroboró que las ampollas incautadas a los imputados correspondían al mismo lote 180063 que tenían en stock en el centro médico donde trabajaba el enfermero”, anunciaron.

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