Condenan a "Doña Ema" por vender tres veces la histórica Posada del Cazador
Ema María Acuña recibió 2 años de prisión en suspenso por vender fraudulentamente un predio ya escriturado a su legítimo dueño. El caso derivará ahora en una demanda civil.
Un escándalo patrimonial quedó al descubierto en Alijilán tras la condena de Ema María Acuña, conocida como “Doña Ema”, por vender en tres oportunidades el mismo inmueble: la histórica Posada del Cazador, un predio que funcionó durante décadas como hostería y coto de caza, y que incluía más de 30 búfalos en sus instalaciones.
Acuña y su marido, antiguos caseros del lugar, utilizaron su permanencia en el predio para simular derechos posesorios que ya no poseían. Con esa maniobra, lograron concretar al menos tres operaciones fraudulentas de compraventa, todas sobre un mismo bien que ya tenía dueño: un ciudadano austríaco, que había adquirido legalmente el lugar mediante Escritura Nº 787.
Uno de los episodios más graves se registró el 6 de enero de 2020, cuando Acuña firmó en una escribanía de San Fernando del Valle de Catamarca un boleto de compraventa por 200.000 dólares en favor de un comprador local. Pese a que el inmueble ya estaba legalmente transferido, la mujer continuó vendiéndolo en distintas ocasiones, lo que generó una cadena de conflictos judiciales y un millonario perjuicio económico.
El damnificado, representado por el abogado Ricardo Omar Habraim, impulsó la causa penal en calidad de querellante. En el juicio se probó que Acuña actuó “como si fuera propio un bien ajeno”, configurando el delito de estelionato. Este jueves, en un juicio abreviado, el juez Mauricio Navarro Foressi la condenó a 2 años de prisión en suspenso. Si bien no irá a la cárcel, deberá cumplir reglas de conducta estrictas durante ese tiempo.
Finalizada la etapa penal, la querella confirmó que avanzará con una demanda civil para reclamar la reparación integral del daño ocasionado por las maniobras fraudulentas. Mientras tanto, el caso sigue generando asombro en la comunidad de Alijilán, que aún comenta cómo la tradicional Posada del Cazador terminó envuelta en una trama de estafas múltiples.