Eduardo López Márquez es el único sacerdote que fue denunciado por dos víctimas. Por una de las causas fue imputado y el expediente ya fue elevado a juicio. La defensa del cura apeló esa medida y además pidió el sobreseimiento porque entiende que los hechos están prescriptos. La otra denuncia se encuentra en trámite y con pericias pendientes.
La audiencia está prevista que comience a partir de las 9 en la Cámara de Apelaciones. Minutos antes un grupo de familiares y organizaciones sociales se reunirán en la plaza 25 de Mayo para pedir que no declaren la prescripción.
El denunciante, que actualmente tiene 34 años, había hecho público el caso en diciembre de 2021 tras haber presentado la denuncia penal contra López Márquez cuando éste era sacerdote en el departamento La Paz. La víctima tenía en ese entonces 12 años.
El hombre se constituyó en querellante y en mayo de 2022 puso la cara en una conferencia de prensa junto a sus abogados. Meses atrás la fiscal Jorgelina Sobh había archivado la denuncia porque entendía que los abusos estaban prescriptos. La jueza Corina Nancy Pérez se opuso a la medida y ordenó que se designe a otra fiscal y la causa se investigue. Virginia Duarte Acosta quedó al frente de la causa.
La pareja de la víctima dialogó con El Ancasti, pidió el acompañamiento de la sociedad y se mostró molesta por el nuevo recurso planteado por la defensa del cura.
“Dicen que todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario. Entonces, ¿por qué no se somete al juicio? Eso es lo que pido, que el cura se someta al juicio. Estamos hablando de un cura, el único que tiene dos denuncias en Catamarca por abuso sexual con acceso carnal y corrupción de menores”, dijo la mujer.
López Márquez está imputado por delitos contra la integridad sexual. En total son tres hechos de “abuso sexual gravemente ultrajante calificado y corrupción de menores”, “abuso sexual con acceso carnal calificado” y “corrupción de menores agravada”, y “abuso sexual con acceso carnal calificado” y “corrupción de menores”.
Los hechos habrían ocurrido entre 2001 y 2002. En esta causa la jueza de Recreo, Corina Pérez, y luego la Cámara de Apelaciones habían rechazado un planteo de prescripción de la acción penal atendiendo a tratados internaciones que toman como interés superior la protección de niños, niñas y adolescentes.
“Aluden que ya está grande para hacer la denuncia y cuestionan por qué lo hizo 20 años después”, contó.
En octubre de 2022 la Corte de Justicia sobreseyó a un sujeto que había llegado a juicio por el abuso sexual de una niña con discapacidad. La defensa del acusado había pedido la prescripción por el tiempo transcurrido y la Corte, en un fallo dividido, le dio la razón al sospechoso.
La denuncia se había radicado en 2006 y la causa llegó a juicio, casi una década después, al borde de la prescripción. Primeramente fue absuelto por el beneficio de la duda pero la Corte revocó esa decisión y lo condenó a 5 años de prisión. Luego vino el pedido de prescripción y el archivo de la causa.
“Ya todos los abusadores se agarran de eso, entonces yo le pido a la población que mañana (por hoy) se tomen unos minutos para poder ayudarme porque ¿qué va a pasar con las otras víctimas?”, pidió.
Contó que su pareja “está tranquila” porque tiene el apoyo de la familia, sus amigos y sus compañeros de trabajo.
“Los nervios le juegan muy en contra por qué va a pasar mañana, qué va a pasar con él, qué va a pasar con las otras víctimas que se comunican con él. Él es la esperanza porque su causa va más avanzada y fue el primero en denunciar”, dijo.
En marzo de este año López Márquez sumó una segunda denuncia por ultrajes que habrían ocurrido en una parroquia en el departamento Capayán. Esa causa se investiga en la Fiscalía de Instrucción N° 9 a cargo de Jonathan Felsztyna. La pareja de la víctima confirma que hay otro damnificado que próximamente haría la denuncia.
La convivencia
La mujer está en pareja hace cuatro años con el hombre. “A mí lo que me llamó la atención fueron ciertas actitudes desde él hasta que me contó. Cuando yo lo conocí tomaba mucho. No estaba bien, soy testigo de las secuelas que aún le han quedado y que son muy tristes. Él sigue con tratamiento psicológico" dijo.
Ella es vecina de Villa Cubas, el barrio en cuya parroquia se desempeñaba López Márquez cuando se enteró de los abusos sufridos por su pareja.
"Pensé en los otros niños y me dio impotencia. Fui a la parroquia", contó. "Quiso envolverme con la imagen de un niño. 'Yo no fui, yo no sería capaz de hacer algo', me dijo. A los dos días se fue de la parroquia porque dijo que no se sentía bien psicológicamente".n