Lo arrestaron en la plaza 25 Mayo tras acosar sexualmente a una adolescente
Contactó a menor cuando ésta tenía 13 años a través de whatsapp. La habría "enamorado" y logrado que le enviara fotos íntimas. Comenzó a amenazarla que si no tenían intimidad publicaría esas fotos en la red.
Un joven de 20 años fue arrestado ayer en un procedimiento montado por personal policial en la plaza 25 de Mayo. Fue sindicado de acosar sexualmente a una adolescente de 15 años.
Según la información a la que accedió este diario, la denuncia fue realizada por la madre de la adolescente, quien le confió a aquélla lo que ocurría.
Cuando la chica tenía 13 años, el muchacho la había contactado por Whatsapp, tras presuntamente enamorarla y aprovechando la inmadurez de la víctima, logró que ésta le enviara fotos íntimas.
La relación, siempre vía mensajes, se extendió y a principios de este mes comenzó a pedirle que se encontraran para tener relaciones sexuales a lo que la jovencita se negó. Ante ello el joven la amenazó diciéndole que si no accedía a sus pedidos iba a publicar sus fotos en las redes sociales.
La adolescente entró en pánico por lo que decidió confiarle a su madre lo que ocurría.
La mujer realizó la denuncia en la Unidad Judicial Nº 9 y el hecho fue puesto en conocimiento del fiscal en turno, quien comisionó el hecho a la División de Investigaciones.
Así, con ayuda de la adolescente y la madre de ésta, se armó un operativo para dar con el joven.
La adolescente le envió un mensaje señalándole que accedía a su pedido por lo que le pidió que le indicara lugar y hora a encontrarse.
El muchacho la citó a las 8.30 de ayer en la plaza 25 de Mayo. Allí se montó el procedimiento y con la adolescente escondida en un automóvil junto a su madre. Desde allí observaría todo y podría identificar al joven, quien tenía como características un brazo enyesado.
Finalmente, a las 8.30, el muchacho se hizo presente, descendió por San Martín hasta llegar a la plaza mencionada. Fue interceptado por un policía, quien, tras identificarse, le dijo que se encontraba aprehendido. Allí al verse descubierto el joven intentó darse a la fuga dando golpes y patadas y a su vez tratando de romper su teléfono celular.
Finalmente fue reducido y trasladado a la base de Investigaciones. Quedó disposición del fiscal en turno.
El caso de Sánchez Pedraza
El caso por el cual la Policía aprehendió ayer a un joven de 20 años es similar al de Sánchez Pedraza detenido en 2014 bajo la misma modalidad. Aún se espera la fecha de juicio.
En 2014, los padres de la menor alertaron a la Policía que su hija mantenía conversaciones con alguien que con un perfil falso intentaba seducirla, además de enviarle fotos de sus genitales y obligarla a que ella lo imitara. Enterado de esta situación, el progenitor de la víctima simuló ser la nena y citó a Sánchez Pedraza al Parque de los Niños.
El sujeto nunca esperó que al encuentro asistirían el padre y personal policial de la División Investigaciones, quienes lo aprehendieron, luego que intentara escaparse en motocicleta. Aún se espera que se realice el juicio.
El ciberacoso o ciberbullying
Se habla de ciberacoso o ciberbullying cuando un menor acosa a otro menor con amenazas, insultos, coacciones, chantajes, vejaciones o calumnias, haciendo uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC): teléfono móvil, Internet, chat, redes sociales, etc.
Aunque no se debe restar importancia a los casos puntuales, para hablar de acoso los hechos deben repetirse a lo largo del tiempo durante un período prolongado. Las víctimas y acosadores son de edades similares y tienen relación o contacto en el mundo físico. Muchas veces el acoso comienza en el mundo real, para luego pasar al mundo virtual.
En el caso del grooming, el acoso también es a través de las nuevas tecnologías (chat, redes sociales, etc.), pero no es entre iguales, sino que el acosador es un adulto y la víctima un menor, y habrá una intención sexual explícita o implícita. En esta modalidad de acoso las situaciones de peligro para los menores son más sutiles y latentes. Son acciones realizadas para establecer, de forma deliberada, una relación y control emocional sobre un menor, con el fin de preparar el terreno para el abuso sexual.
Los acosadores tienen preferencia por un prepúber o púber y frecuentemente son hombres casados. El menor suele ser ingenuo y no se da cuenta de que “habla” con un adulto. El acosador acaba confesando su edad y pidiendo secretismo; los convence de que no deben decirlo a los padres, pues no lo entenderían. Logran datos personales y fotografías, que cada vez serán con menos ropa.