El Tribunal de la Cámara Penal de Segunda Nominación resolvió por unanimidad condenar a Juan Cruz Bazán a dos años y seis meses de prisión en suspenso y a Alexander Rubén Bazán a un año y seis meses de prisión, también en suspenso, por el delito de “robo”.
Los jueces dieron lugar al planteo realizado por el fiscal Gustavo Bergesio y las defensas de los “Bazanillos” de modificar la acusación original de “robo agravado por ser en poblado y en banda y el uso de arma de fuego” a la de “robo en grado de coautores”.
El Ministerio Público Fiscal entendió que el delito por el que llegaron a juicio no quedaba acreditado. Además, solicitó la absolución de los otros integrantes de la familia Bazán al entender que el delito había prescripto y que el hecho se habría originado a raíz de una rivalidad deportiva.
El hecho por el que fueron juzgados ocurrió la localidad de San Antonio, Fray Mamerto Esquiú, en marzo de 2014. Los “Bazanillos” ingresaron a una obra en construcción donde agredieron a los hermanos Barrionuevo y robaron una amoladora.