El hecho ocurrió ayer en la Capital catamarqueña y fue denunciado por un empleado de una empresa de La Rioja, quien arribó a la provincia para la instalación de las máquinas. El hombre, de apellido Díaz, señaló que se dirigió a un domicilio de calle Monseñor Damico, donde fue recibido por una mujer y otro sujeto.
En el lugar, donde supuestamente funcionaba un centro de estética, dejó instaladas las máquinas de depilación definitiva, valuadas en 4 millones de pesos. Más tarde, se marchó.
Sin embargo, se llevó una gran sorpresa. Según relata la denuncia, desde la empresa se comunicaron para informarle que las máquinas habían sido robadas, por lo que de inmediato se dirigió al lugar donde las había dejado. El departamento se encontraba cerrado y sin moradores. Además, las máquinas ya no estaban.
El hecho es investigado por la policía. Una persona ya fue arrestada.