martes 17 de junio de 2025
MAÑANA PODRÍA HABER UN VEREDICTO

Crimen de Andrada: Rojas no declaró

Por Redacción El Ancasti

No dijo nada. Cristian Javier “Chicho” Rojas (38) es el único imputado por “homicidio en ocasión de robo” ocurrido en Villa Parque Chacabuco. La víctima era Ramona Ernestina Andrada (64). De acuerdo con la investigación del hecho, entre el 8 y el 10 de septiembre de 2016, se estima que Rojas entró a la casa de Andrada, con el permiso de ella, con fines de robo y luego la maniató con unos cordones de zapatillas y la estranguló con otros. En la primera jornada del debate, que se desarrolla en la Cámara Penal de Primera Nominación, Rojas se abstuvo de declarar.

Frente a los camaristas Fernando Esteban, Carlos Roselló y Fabricio Gershani Quesada, Rojas optó por guardar silencio pero admitió que cumplió dos condenas por robo, cada una por seis años. Las sentencias fueron emitidas por las Cámaras Penales de Segunda y de Tercera Nominación aunque el imputado no precisó las fechas.

En la etapa de instrucción, Rojas había manifestado: “Me traicionó la droga, la vida. Desde hacía unos días venía consumiendo cocaína”. De la investigación del hecho, a cargo del fiscal Luis Baracat, surgió que entre el 8 y el 10 de septiembre, “Chicho” Rojas habría ingresado a la vivienda de Ramona Ernestina Andrada con fines furtivos. Se estima que la víctima permitió el ingreso del victimario, debido a que se conocían de antes porque Rojas realizaba algunos trabajos en la casa de Andrada.

Una vez adentro, Rojas habría reducido por sorpresa a Andrada en el living-comedor. Con unos cordones de zapatillas la ató de pies y manos. Luego, con otros cordones, la estranguló. De acuerdo con la autopsia, la mujer falleció por estrangulamiento. Sin otros inconvenientes para alcanzar su cometido, Rojas comenzó a revisar en todo el interior del inmueble con la idea de encontrar elementos de valor. Solo se llevó un radiograbador y, luego, se dio a la fuga.  

En esta instancia, Rojas había declarado que nunca tuvo intención de hacer lo que finalmente hizo. “Estoy muy dolido. Pido mil perdones”, expresó. Según contó, la noche del 8 de septiembre llegó a la casa de Andrada, quien lo reconoció y le abrió la puerta.

“Yo la conocía de antes porque me dio trabajo y me ayudaba. Le comentaba mis problemas y ella me daba consejos. Le pedí que me ayude pero me dijo que no podía. Me saqué e hice lo que hice. No sé… La agarré, la asusté pero le dije que no quería hacerle daño. Le até las manos y las piernas y le puse un cordón en el cuello. La dejé ahí y le dije que se quede tranquila. Me fui a buscar dinero y nunca encontré nada. Tenía un grabadorcito que me llevé y lo regalé”, contó.

Rojas se fue y dejó a Andrada maniatada y con vida. Según el imputado, salió desesperado, echó llave a la puerta y luego la arrojó al río. Cuando se enteró de lo sucedido, Rojas aseguró haberse sentido mal y así se puso a disposición de la justicia.

El fiscal Jorge Silva Molina y la defensora oficial Mariana Vera desistieron de la declaración de los testigos y pasaron a un cuarto intermedio hasta mañana, viernes, a las 9, para alegar. Se estima que los letrados podrían tener un veredicto.

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