Tres detenidos, el hallazgo del arma homicida y el recupero de dinero y objetos robados al pensionado Luis Eduardo Ibáñez (61) fue el resultado de una jornada positiva en la investigación del homicidio ocurrido el domingo en el barrio Parque Norte.
El fiscal de la causa, Javier Herrera, resolvió pasar a calidad de detenidos a tres sujetos, quienes serían los únicos sospechosos del asesinato. Se trata de los jóvenes de apellido Navarro, Contreras -quienes habían sido arrestados horas después del crimen- y un tercero identificado como "Ñato" Chumbita o Cobacho, quien fue localizado ayer a la mañana en un allanamiento efectuado en forma conjunta por las Divisiones Homicidios e Investigaciones de la Policía provincial.
Las declaraciones de testigos fueron determinantes para señalar a los sujetos, quienes habrían formado parte del tropel que despertó a los vecinos de Ibáñez y que motivó que llamaran a la Policía, que acudió al lugar pero no encontró nada extraño.
Tras los arrestos de Navarro, Contreras y una joven, que finalmente fue dejada en libertad, surgió el nombre del "Ñato", quien fue atrapado en un allanamiento realizado a la mañana. En la casa de su novia, en el sur de la ciudad, la Policía encontró dinero, una plancha y otros objetos que habían sido robados de la escena del crimen. Estos elementos, sumados a la garrafa y prendas de vestir secuestradas el domingo, terminaron por cercar a los sospechosos, quienes anoche pasaron a calidad de detenidos e imputados por "homicidio criminis causa". Este delito prevé como único castigo la pena de prisión perpetua, según lo establece el Código Penal Argentino en el artículo 80, inciso 7.
Hasta anoche no se había confirmado el horario de la indagatoria pero se realizaría hoy en la sede de Fiscalía Penal, en calle Junín al 600.
El crimen
El cuerpo del pensionado Luis Eduardo Ibáñez fue encontrado el domingo al mediodía por su hermano José Arturo, quien vive a unas pocas cuadras.
El hombre llegó hasta el domicilio ubicado en la manzana X, lote 2 y lo encontró a su familiar acostado en su cama con el rostro ensangrentado. El monoambiente estaba totalmente desordenado.
Ibáñez vivía solo en esa casa. Su única compañía eran dos perros Pitbull. Hace más de diez años había sufrido un ACV que lo había dejado con una parálisis parcial por lo que había abandonado su casa en Los Molles, departamento Santa Rosa, para instalarse en el norte de la Capital.
La pesquisa indicó que el hombre, quien subsistía con una pensión mínima por discapacidad, fue sorprendido mientras dormía, alrededor de las 6 de la mañana. Lo atacaron con un palo de forma rectangular y tras ultimarlo habrían procedido a revisar todo el inmueble, para finalmente escapar con dinero, una garrafa y otras pertenencias.
La autopsia realizada el domingo a la noche confirmó que Ibáñez había sido ultimado a golpes con un elemento contundente, el cual fue abandonado por los homicidas en la escena del crimen.
