Un conocido vendedor de drogas de la zona sur capitalina fue detenido ayer a la tarde en su vivienda con un kilo de cocaína, mientras se encontraba preparándola y dividiéndola para la venta. Quedó a disposición de la Justicia Federal en feria.
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Un conocido vendedor de drogas de la zona sur capitalina fue detenido ayer a la tarde en su vivienda con un kilo de cocaína, mientras se encontraba preparándola y dividiéndola para la venta. Quedó a disposición de la Justicia Federal en feria.
Personal de la Dirección Drogas Peligrosas irrumpió alrededor de las 15 en el domicilio del comerciante, conocido con el apodo de "El Rafa".
Los efectivos venían realizando un seguimiento pormenorizado desde hace un par de meses al dueño de la vivienda ubicada en el barrio San Antonio Sur, manzana C.
En ese momento, el sujeto se encontraba en la cocina de su domicilio armando 32 envoltorios con cocaína, que formó en base a un pan de la misma sustancia, que, según los cálculos realizados por los peritos bioquímicos, pesaba un kilo.
Mientras tanto, familiares del detenido comenzaron a arrojar piedras contra el personal de Drogas Peligrosas, que debió recibir el auxilio de personal de la Brigada de Infantería para evitar los ataques contra los efectivos.
Finalmente, todo volvió a la normalidad y los uniformados pudieron, además, secuestrar dinero en efectivo, alrededor de 2 mil pesos, producto de las ganancias de la venta realizada por el arrestado.
"El Rafa” vivía en el domicilio con su mujer, dos hijos menores y un bebé de 6 meses, quienes se encontraban presentes al momento del operativo.
El sujeto ya tenía una causa abierta y una investigación realizada desde hace un par de meses, aunque aún no contaba con condena o con prisión domiciliaria como se había pensado en un primer momento. Ahora se encuentra a disposición de la Justicia Federal.
Harina
Uno de los detalles más singulares del allanamiento es que los investigadores descubrieron que el comerciante "estiraba" la cocaína empleando harina, que guardaba en el interior de la heladera de su comedor.
En un primer momento, se creía que el malviviente usaba la harina para ocultar la sustancia estupefaciente, aunque ello fue desestimado por los efectivos policiales de la Dirección Drogas Peligrosas, que finalizaron el procedimiento alrededor de las 18.