jueves 28 de marzo de 2024
EDITORIAL

Carencia paradójica

Por Redacción El Ancasti

Entre los muchos problemas que arrastra la Argentina debe mencionarse uno central, estratégico para el desarrollo sustentable a largo plazo: el déficit energético. Esta carencia es paradójica en un país que tiene los recursos naturales suficientes para el autoabastecimiento, tanto respecto de las fuentes convencionales como las no convencionales, es decir, las denominadas energías limpias, básicamente la eólica y la solar.

El futuro, de hecho, parece ser propicio para el desarrollo de estas últimas, escasamente aprovechadas en nuestro país, a diferencia de muchos otros de la región y del mundo que de a poco van modificando su matriz de producción energética.
Catamarca es una de las provincias que alberga parte de ese potencial, según un informe recientemente publicado por la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio internacional, que además asegura que las oportunidades de inversión en el corto plazo en el sector de las energías renovables alcanzan los 15.000 millones de dólares.

Las provincias del Sur están en inmejorables condiciones de generar energía eólica. Determinadas zonas del Noroeste argentino también, incluidas algunas de nuestra provincia, pero para que eso suceda es imprescindible la presencia casi permanente de vientos, durante todo el año, lo que no es demasiado habitual. Existe un parque eólico en las inmediaciones de Aimogasta, provincia de La Rioja, que está produciendo energía de ese tipo y sumándola al interconectado nacional.
“El NOA posee niveles de radiación que oscilan entre los 1.800 y los 2.500 KWh/m2, lo que convierte a la región en un nodo para el desarrollo de energía solar. Además, existen otros recursos significativos para generación de energía hidroeléctrica, geotérmica, biomasa y biogas”, sostiene el trabajo de la Agencia.

En nuestra provincia ya funciona un parque solar en Saujil y están en construcción otros en Tinogasta y Fiambalá.
El objetivo de la Argentina es que las fuentes de energía limpias representen, en el año 2025, el 20 por ciento del total. Actualmente esa participación no alcanza aún al 10 por ciento, lo que demuestra de manera palmaria el subdesarrollo del sector.
Las potencialidades de crecimiento de la incidencia de las energías renovables en el total de producción energética son enormes. Los estudios con los que se cuentan en este momento aseguran que nuestro país está en condiciones de llevar la participación de la energía solar al 33 por ciento, un porcentaje superior a los que poseen otros países latinoamericanos, a excepción de México.
El autoabastecimiento energético con una participación creciente de las emergías limpias no solo ofrece mayores garantías para el desarrollo autónomo y sustentable de la Argentina, sino también que abarataría su costo, lo que representa un aliciente considerando los efectos devastadores que tienen los tarifazos. Por eso, potenciar el crecimiento de las energías limpias debe ser una política de estado, independientemente de la fuerza política que ocupe el Gobierno.n

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