viernes 18 de julio de 2025
EL MIRADOR POLÍTICO

El pasivo del descrédito

Por Redacción El Ancasti

El volumen de rodocrosita que se comercializa y acopia en la Ciudad de Buenos Aires es notoriamente superior al que Catamarca Minera y Energética Sociedad del Estado (CAMYEN) declara haber vendido. Tal es la base, lograda tras un relevamiento en "decenas” de establecimientos de la CABA, desde la que se desarrolla la denuncia sobre un "circuito negro” de la piedra semipreciosa realizada por el interventor de la Dirección de Fabricaciones Militares, Héctor Antonio Lostri. La rodocrosita o "Rosa del Inca” solamente puede extraerse del yacimiento Minas Capillitas, cuya explotación Fabricaciones Militares, que es la propietaria, concesionó a la CAMYEN a cambio del pago de un canon equivalente al 3% de la facturación.

La denuncia del funcionario nacional abunda en consideraciones sobre las características del contrato celebrado entre FM y CAMYEN, a su criterio "leonino” e inconveniente para la primera, y en especulaciones de orden político, pero lo esencial es que acusa a la catamarqueña CAMYEN de perpetrar una estafa en perjuicio de la repartición nacional: la firma vende más piedra de la que declara oficialmente y de este modo merma el canon que abona. En lo que concierne al Estado catamarqueño, lo que debe determinarse es el destino que ha tenido el dinero obtenido por estas presuntas ventas "en negro”, pues CAMYEN es deficitaria y por consiguiente jamás en sus cuatro años de existencia arrojó utilidades; por el contrario, tuvo que requerir en más de una oportunidad auxilio financiero del Tesoro Provincial y la AFIP le trabó varios juicios por incumplimientos fiscales.

Es preciso consignar esto porque usinas del Gobierno pretenden encuadrar la denuncia de Lostri en un ataque a la "catamarqueñidad”, cuyo objetivo sería arrebatarle a una firma estatal la explotación de Minas Capillitas. Desde el punto de vista económico, acá no sólo están en cuestión los eventuales perjuicios sufridos por FM, sino también la posibilidad de una estafa al erario provinciano, que puso millones de pesos para capitalizar a la CAMYEN y sigue formándose para sostenerla, sin que hasta la fecha se hayan visto los beneficios del tinglado administrativo. Tampoco es que las maniobras fraudulentas puedan justificarse apelando a una suerte de "patente de corso” que las autoridades de CAMYEN ejercerían con aval gubernamental para robarle a un organismo nacional, pero el argumento federal y las apelaciones a la defensa de la provincianía resultan improcedentes: no serían ni la Provincia ni los catamarqueños los beneficiarios de los fraudes a FM, sino una gavilla de logreros que embucharía el producto de las ventas no declaradas. De otro modo, los corsarios de CAMYEN deberían llevar una contabilidad paralela para rendir ante sus mandantes.

El Gobierno, sus prosélitos y los organismos provinciales encargados de proteger la integridad del patrimonio público, Fiscalía de Estado entre ellos, harían mejor en averiguar qué ocurre en CAMYEN, para determinar si no corresponde sumarse a la denuncia que la involucra, en lugar de hurgar en los antecedentes del señor Lostri o multiplicar por las redes sociales informaciones sobre los contratos de FM.

No es una competencia para definir quién es más tiburón. Se trata de determinar si CAMYEN vende rodocrosita de modo irregular o no.

 

Evidencias

Los secuestros de importantes cargas de "rosa del Inca” flojas de papeles han sido una constante desde la creación de CAMYEN. No fueron unos artesanos atrapados con un par de piedras para hacer prendedores, sino de cargas de decenas y hasta centenas de kilos. El allanamiento a la empresa de esta semana se ordenó precisamente en el marco de una causa abierta por ese motivo.

Las autoridades de CAMYEN, como es obvio, negaron siempre tener algún tipo de vínculo con el tráfico ilegal de la piedra, pero estas negativas recurrentes en nada contribuyeron a esclarecer cómo es que los traficantes se hacían con el producto.

No se conoce que CAMYEN haya tomado medidas en contra de posibles intermediarios entre ella y los traficantes, cosa que podría hacer con el simple expediente de dejar de venderle a quien malversa el destino de la piedra.

La incredulidad en torno a los intentos de despegar de las ventas ilícitas ensayados por CAMYEN no proviene, por lo tanto, de la propensión aldeana a la maledicencia, sino de su propio accionar. Es inverosímil que en Catamarca, única productora de rodocrosita del país, donde funciona la única empresa habilitada para proporcionarla, sea imposible identificar a los comerciantes inescrupulosos; ergo, es de lo más razonable suponer que estos comerciantes inescrupulosos son protegidos, y no ha de ser a título gratuito.

La denuncia de FM aporta más elementos para la sospecha. "Cerca del 70% de las ventas se concentran en los mismos clientes, algunos de los cuales declaran actividades comerciales sin vínculo alguno con el producto”, señala la presentación judicial.

Esta falta de relación entre los adquirentes de "rosa del Inca” y actividades que tengan que ver con el trabajo de la piedra, induce a suponer que la compran para revenderla.

La denuncia asienta el caso de $4,9 millones de pesos vendidos por CAMYEN a un sujeto que "no posee actividades afines” y se dedica "a la administración de establecimientos hoteleros y gastronómicos”.

 

Sugestivos subsidios

La política de subsidios a los artesanos aplicada por CAMYEN también es objetada. Según la denuncia, el abuso de esta práctica por parte de las autoridades de la firma es el otro mecanismo utilizado para mermar el canon.

El directorio de CAMYEN está habilitado para subsidiar arbitrariamente hasta el 20% del precio de la piedra. Sin embargo, se detectaron operaciones con quitas muy superiores.

"Se observan ventas bonificadas en porcentajes cercanos al 90% a joyeros que poseen comercios en esta Capital Federal”, consigna la denuncia de FM. A una de estas joyerías capitalinas se le vendió piedra por $3,2 millones.

Lostri explica que, dada la información sobre ventas ilegales y estafas a particulares, FM decidió hacer un sondeo a través de sitios electrónicos para "identificar la oferta de rodocrosita en la Capital”. El estudio arrojó "sorprendentes resultados”.

"Los propios comerciantes exhiben grandes cantidades del mineral en depósitos ubicados en la misma Capital Federal, y lo ofrecen en cualquier cantidad, indicando sus calidades con la particularidad de describir detalladamente la veta de la que se extrajo en Capillitas. El contenido de estos sitios electrónicos fue certificado mediante actas de constatación labradas por notarios de la Escribanía General de Gobierno, en los que se aprecian depósitos que se encontrarían en esta Ciudad de Buenos Aires, con enormes cantidades de rodocrosita almacenadas, así como comercios en la vía pública que la ofrecen junto con otras joyas”, dice el escrito.

Aparte, y para completar el cuadro, la mayoría de los vendedores de rodocrosita en la CABA "no figuran en la lista de clientes de CAMYEN”, de modo que necesariamente tuvieron que obtener la piedra de terceros.

 

El Bicentenario propio

EL ANCASTI viene señalando el inconveniente rumbo de CAMYEN prácticamente desde que fue fundada, en 2012.

En su condición de sociedad del Estado, la firma está exenta de los controles habituales que se aplican al resto de los organismos de la administración pública, a pesar de que sus autoridades administran patrimonio público.

Puesto que los precedentes sobre la explotación y comercialización de rodocrosita que se arrastraban desde la escandalosa SOMICA DEM no eran para nada prístinos, sustraer a la flamante empresa del ámbito de las sospechas parecía un objetivo político elemental, si lo que se pretendía era quebrar la historia de desatinos mineros. Que los controles estatales sobre su gerenciamiento fueran prácticamente nulos no contribuía a este fin, pero los jerarcas de la firma se encargaron además de acentuar el oscurantismo, a tal punto que fue necesaria la intervención de la Corte de Justicia para que se avinieran a proporcionarle a los legisladores de la oposición el contrato firmado con la dueña de los derechos sobre Agua Rica.

Así, con destacable coherencia, CAMYEN es la continuidad de SOMICA DEM.

CAMYEN empardó con sus antecesores al Gobierno, que ya puede envanecerse de su propio Estadio. El Bicentenario se cae a pedazos a menos de seis años de su inauguración; el prestigio de CAMYEN sufrió similares erosiones en cuatro años, hasta llegar al borde de la ruina.

Se verá qué pasa con la denuncia de FM, pero la minera estatal acumula un pasivo aún más gravoso que el económico: el descrédito que ha sabido ganarse.

La política minera provincial, mientras, suma y sigue. La Justicia paralizó Agua Rica hasta que haya un informe de impacto ambiental aceptable; Andalgalá prohibió la minería a cielo abierto que pueda afectar la cuenca del río Andalgalá, justamente donde incidiría Agua Rica; el pueblo de Andalgalá es reticente a la minería; CAMYEN es blanco de una investigación por estafa.

Notoria parábola la de los Gobiernos catamarqueños. De las esperanzas que en 1997 alentaron con la puesta en marcha de Bajo La Alumbrera al desprestigio de ahora, pasando por el despilfarro de la renta minera. Un fracaso de cabo a rabo, sin fisuras en más de tres lustros. De lujo.

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