La mandataria, asimismo, también apuntó contra el presidente de la cámara de Diputados, Eduardo Cunha, también investigado por corrupción. "Eduardo Cunha usa su cargo para garantizarse una impunidad".
La líder del Partido de los Trabajadores (PT) acusó a Cunha de ser el principal agente que desestabilizó al país.
La jefe de Estado brasileña volvió a acusar a la oposición de llevar a cabo un "golpe de Estado", pero advirtió que luchará "hasta el final". "Voy a resistir este golpe de Estado, que es en contra de las estrategias sociales", apuntó.
En esa línea, la presidente anunció una serie de medidas sociales. Entre ellas, un ajuste de nueve por ciento en la bolsa de políticas sociales para las familias, una corrección del cinco por ciento en el programa social de vivienda, y adelantó que en los próximos el Gobierno tomará otras medidas "para el programa de adquisición de alimentos".