Empeora la crisis política de Dilma Rousseff en Brasil
El Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que lidera el vicepresidente Michel Temer, rompió con la presidenta Dilma Rousseff y se declaró "independiente".
La decisión, que supone un duro golpe para Rousseff, fue
tomada por unanimidad por la dirección nacional del PMDB, la mayor fuerza
política del país, que ordenó además la entrega de todos los cargos que los
afiliados a esa formación tienen en el Gobierno, lo que incluye a siete de los
31 ministros, aunque uno ya se adelantó.
El titular de Turismo, Henrique Alves, se anticipó un día a
la decisión del partido, presentó su renuncia y ya ha sido aceptada por
Rousseff.
Todavía en manos de dirigentes del PMDB están las carteras
de Minas y Energía, Salud, Agricultura, Puertos, Aviación Civil y Ciencia y
Tecnología, cuyos titulares deberán renunciar al Gobierno o correr el riesgo de
sanciones en el seno del partido, que pueden llegar a la expulsión.
La reunión de la dirección nacional duró menos de diez
minutos, en los que fue votada una única moción que pedía la "inmediata
salida del PMDB del Gobierno, con la entrega de los cargos en todas las esferas
del poder público federal".
El vicepresidente del partido, Romero Jucá, proclamó el
resultado por "aclamación" y declaró que "a partir de hoy, de
esta reunión histórica, el PMDB se retira de la base del Gobierno. La decisión
está tomada. Viva Brasil", apuntó.
Los cerca de 150 dirigentes del PMDB presentes en la reunión
se unieron en un coro que gritó durante unos minutos "Brasil presente,
Temer presidente", en un claro y nada disimulado apoyo a un eventual
juicio político contra Rousseff, cuyos trámites ya han comenzado en la Cámara
de Diputados.
Temer, primero en la línea sucesoria en caso de una
destitución de Rousseff, no asistió a la reunión celebrada en Brasilia para
"no mezclar las funciones institucionales de la Vicepresidencia con las
cuestiones partidarias", según explicó el propio PMDB.
Tampoco asistió el presidente del Senado, Renán Calheiros,
otro de los más importantes dirigentes del partido, pues como "puede ser
quien presida el juicio político contra Rousseff", optó por evitar el
debate interno, según dijo el senador Romero Jucá.
El PMDB es fundamental de cara al posible juicio político
que puede enfrentar Rousseff en el Parlamento, ya que cuenta con las primeras
minorías en la Cámara de Diputados y en el Senado y con sus votos puede
desequilibrar cualquier balanza política.
Desde 1985, el PMDB ha participado en todos los Gobiernos.